Alimentación

Descubre el poder curativo de cuatro especias muy comunes en cualquier cocina

Rosa María Torres

Lunes 9 de marzo de 2020

ACTUALIZADO : Lunes 9 de marzo de 2020 a las 0:10 H

5 minutos

Estos condimentos no solo sirven para aderezar tus platos, también son buenos para tu salud

Especias (bigstock)
Rosa María Torres

Lunes 9 de marzo de 2020

5 minutos

Las especias estimulan nuestros sentidos: la vista, con sus vibrantes colores; el olfato, con sus sugerentes fragancias; y el gusto con sus sabores tan característicos. Se extraen de las partes de las plantas que tienen más sabor como son la corteza, el tallo, el capullo y las hojas. Y por norma general se usan en polvo, aunque en otros muchos casos se usa la planta entera.

Las especias no deberían faltar en tu despensa

En la antigüedad muchos creían que las especias venían del paraíso. Los egipcios momificaban sus cadáveres con comino, los chinos quemaban clavo para comunicarse con el mundo espiritual, y en la edad media los europeos pensaban que la nuez moscada podía curar la Peste. A día de hoy se ha corroborado que tienen propiedades curativas de vital importancia. Además, uses la especia que uses y aunque no tengas ningún problema de hipertensión, siempre se recomienda consumir poca sal. Y una buena forma de evitar que los platos queden con poco sabor y sean sanos es añadir especias.

Canela

Científicamente se ha demostrado que la canela tiene un efecto antidiabético natural porque reduce la glucosa en sangre. De hecho, investigadores de la Universidad de California en Davis descubrieron que esta especia incluye una sustancia llamada metil hidroxichalcona con efectos similares a la insulina. También tiene propiedades para controlar el colesterol.

Asimismo, es antibacteriana y antifungal, o dicho en otras palabras, la canela mata bacterias y hongos. Y en relación con el cáncer, tiene un papel importante porque sus propiedades ayudan a reducir la formación de vasos sanguíneos en los tumores. Por otro lado contribuye a prevenir la enfermedad de Alzheimer, así lo revelaron investigaciones llevadas a cabo en la Universidad de Tel Aviv dirigidas por el profesor Michael Ovadia.

Canela molida y en rama (bigstock)

Jengibre

No es una especia tan sabrosa como la canela, pero sus beneficios merecen mucho la pena. A simple vista, su forma de tallo, no llama la atención. Además, su sabor picante puede llegar a ser desagradable. Sin embargo es ideal para decir adiós a las náuseas y problemas digestivos; tales como la hinchazón o problemas en la flora intestinal.

Destaca por su poder antiiflamatorio. Por eso, aconsejan su toma cuando se tienen molestias de garganta. Y si eres de los que sufren migrañas con frecuencia, prueba a tomar una infusión de jengibre. Además, actúa como antidepresivo natural ayudando a combatir los episodios de estrés, ansiedad o debilidad.

Jengibre (bigstock)

Azafrán

El azafrán es conocido como 'oro rojo' por ser la especia más cara del mundo. Es uno de los condimentos más utilizados para dar color y sabor a los platos. Sin embargo, pese a no ser un medicamento en sí, los médicos de los faraones egipcios ya lo recetaban para tratar las molestias de estómago.

Es un componente muy habitual en cremas porque calma el picor, hidrata y protege la piel contra los rayos del sol. Y se caracteriza por ser un gran aliado para las personas que quieren controlar su peso, pues disminuye el apetito.

A esto hay que añadir que mejora la salud ocular y ayuda a tratar la depresión. Los expertos recomiendan consumir 0,5 gramos de azafrán antes de las comidas, pero nunca superar 1,5 gramos.

Azafrán (bigstock)

Nuez Moscada

Es una especia muy conocida. Fácil de encontrar y económica. Es rica en vitaminas A, B y C, magnesio, fósforo, calcio, hierro y potasio. Se recomienda para los dolores hepáticos y es una gran aliada de descanso. De hecho, está aconsejada para las personas que sufren insomnio y les cuesta conciliar el sueño.

Nuez Moscada (bigstock)
 
Tomes la especia que tomes, se aconseja hacerlo con moderación. No es recomendable en todos los casos y las cantidades son siempre muy importantes. Por eso, lo ideal sería consultarlo antes con tu médico de cabecera. 

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Rosa María Torres

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