Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorLa menta es una planta aromática muy utilizada en la elaboración de caramelos, chicles, cremas, sopas, en postres, en bebidas y como decoración en muchos platos y cócteles. Con el tiempo, su uso primordialmente medicinal ha quedado relegado a un segundo plano, cogiendo más protagonismo en la cocina o, incluso, como planta ornamental en nuestro hogar para dar un
a nota de aroma al ambiente. Y es que sus hojas, de un verde intenso y brillante, aportan un gran color, aroma y frescor allí donde estén.
Pero más allá de sus usos en la cocina, la menta es desde tiempo ancestral una planta medicinal con numerosas propiedades para la salud que, seguramente, hoy solo recordamos gracias a nuestros mayores. Te contamos algunas de sus propiedades, ¿nos cuentas cuáles conoces tú?
Uno de los efectos que tiene la menta en nuestro organismo es la de favorecer la digestión y aliviar los diferentes trastornos del aparato digestivo, como pueden ser la hinchazón del abdomen provocado por los gases. También ayuda a calmar las náuseas y los cólicos abdominales asociados a la gastroenteritis. Además, al estimular las glándulas salivales, se segregan más enzimas digestivas haciendo que las digestiones sean menos pesadas. En este sentido, tomar de manera habitual una infusión con unas hojas de menta aportará todos sus beneficios a nuestra salud digestiva.
Es un buen coadyuvante a la hora de descongestionar las vías respiratorias en los casos de resfriado común y asma y cuando existe irritación de la mucosa faríngea provocada por la tos crónica, ejerce un efecto refrescante que calma y enfría la garganta.
La menta también tiene propiedades antisépticas. De ahí que se utilice en diferentes productos de higiene bucodental, tanto por su aroma y efecto refrescante, como para eliminar las bacterias causantes del mal aliento, además de ayudar a prevenir la aparición de otros problemas bucales como pueden ser la caries o la gingivitis.
En casos de cefaleas o episodios de migrañas, la menta puede aliviar estos dolores, si son leves, gracias a su efecto analgésico. Aplicado en forma de aceite esencial en las sienes y en la frente puede ser muy beneficioso.
La menta en forma de aceite esencial también tiene un efecto antipruriginoso, es decir, alivia el picor de la piel, gracias a sus propiedades calmantes, refrescantes y antisépticas. Se puede aplicar en pequeñas heridas, ayuda a controlar los eccemas, puede tratar las picaduras de algunos insectos, además de reducir el acné y algunos tipos de dermatitis.
Como se puede observar, esta planta aromática tiene unas propiedades que van más allá de aportar aroma al ambiente y dar sabor a numerosas recetas. Tenerla en casa siempre puede venir bien. Eso sí, es una planta que necesita de mucha agua.