Victoria Herrero
Alimentación
La rosa mosqueta también se usa en la cocina y estos son los beneficios para los mayores
Aplicada sobre la piel, esta planta te ayuda con sus propiedades antioxidantes y reafirmantes
Es algo que muchas veces se recomienda para mejorar el aspecto de las cicatrices cutáneas. Ahora sabemos que la rosa mosqueta también puede ser usada en la cocina donde recibiremos sus conocidos beneficios. Una larga lista de aspectos positivos para la salud de las personas mayores que hasta ahora empleaban cosméticos hechos de esta planta medicinal gracias a sus propiedades antioxidantes, reafirmantes, reparadoras, hidratantes y antiinflamatorias. Todo un lujo para nuestra piel.
Pero antes de conocer todo lo nuevo que la rosa mosqueta puede aportarnos a nuestra gastronomía, y a nuestra salud, vamos a conocer un poco más a fondo esta planta medicinal.
Alabada por dermatólogos y nutricionistas
La rosa mosqueta es un arbusto que pertenece a la familia de las rosáceas y tiene su origen en el continente europeo, donde se cultiva sobre todo en el Reino Unido. Pero para encontrarla en su forma más salvaje y silvestre debemos recorrer miles de kilómetros. Concretamente hasta las estribaciones de la cara sur de la cordillera de los Andes, donde podemos encontrar los frutos que salen de esa planta medicinal y que, precisamente, se emplea en la cocina en forma de mermeladas, dulces o como parte de agradables infusiones.
Por su parte, cuando esas semillas se transforman en aceite es cuando se usa este arbusto dentro de la industria cosmética y dermatológica. Y todo ello gracias a su importante contenido en vitamina C, en azúcar y en fibra. Por si fuera poco, estas semillas de rosa mosqueta son ricas en ácidos grasos poliinsaturados.
A nivel de la dermis, como hemos dicho antes, la rosa eglanteria o rosa rubiginosa resulta muy eficaz para cuidar nuestra piel (también la de los mayores) sobre todo cuando existe una quemadura o una cicatriz con un aspecto un tanto feo y que mejora gracias a la acción regeneradora de esta planta silvestre. Y es que es capaz de estimular la producción de colágeno y elastina para dar esa firmeza y esa estabilidad que la piel necesita ante estos "defectos" cutáneos.
El elixir de la juventud llaman a la rosa mosqueta por sus beneficios tanto para el interior como para el exterior del cuerpo. Y es que ahora también podemos tomar parte de esos elementos esenciales como parte de nuestra alimentación. Te lo descubrimos.
Rosa mosqueta en tu despensa
Los frutos de la mosqueta tienen también cabida en nuestro recetario más clásico. Así, aparece en muchos de los pasos para hacer elaboraciones como mermeladas, sopas, cremas, postres e incluso infusiones o tés. Hablamos de un condimento que se emplea en muchas cocinas europeas desde hace siglos y que tiene un característico sabor un tanto peculiar al paladar.
En este último caso, esta forma líquida de la rosa mosqueta ayuda a los mayores con estos saludables aportes:
- Elimina las toxinas de nuestro cuerpo por lo que resulta un buen aliado en aquellos momentos en los que queremos evitar fluctuaciones con nuestro peso.
- Al ser fuente de antioxidantes, la piel (de nuevo) se beneficia a la hora de luchar contra los signos de la edad como es la aparición de arrugas. Lo mismo que para evitar las antiestéticas estrías.
- Un té calentito hecho con rosa mosqueta nos puede ayudar en los días más fríos del invierno y el otoño para mantener a nuestras defensas en pie y evitar así los típicos catarros y resfriados de estos meses. Y eso es gracias a ese contenido en vitamina C al que hemos aludido antes y que también ayuda en los casos de un molesto dolor de garganta.
- Por si fuera poco, esa taza la podemos tomar por la noche (no tiene cafeína) para mejorar las digestiones, así como favorecer el tránsito intestinal de aquellas personas mayores a las que les cuesta ir al baño.
Una receta
Pero si lo tuyo es la repostería, te puedes beneficiar de todos esos saludables beneficios que te hemos ido desgranando, pero este caso con unas ricas magdalenas con una cobertura de mermelada de rosa mosqueta. Si quieres saber cómo puedes hacerla tú mismo en casa, apunta estos sencillos pasos:
- Si en tu casa tienes esta planta, el momento de recoger sus frutos es cuando estén maduros y presenten un color entre anaranjado y rojo. Retira los tallos, las espinas y los pétalos con mucho cuidado y abre los frutos a la mitad para sacar las semillas. Para hacer esta tarea más sencilla, emplea una cuchara pequeña de postre.
- Una vez en tu cocina, pesa esa cosecha que has obtenido y añade la mitad de su peso en agua. Ahora, lleva todo a una cazuela y ponla al fuego para que se vaya haciendo durante unos 20 minutos. Échale azúcar al gusto y hierve la mezcla, que estará lista cuando adquiera una textura similar a la de la jalea.
- Lo mejor es que preparares la mayor cantidad posible de esta mermelada para guardarla en frascos de cristal al baño maría para tener a tu disposición siempre que quieras. Y listo, ya tienes tu mermelada para dar vida a todo tipo de postres y también (haciéndola algo menos espesa) como perfecta guarnición para otros ingredientes como el pollo, el cerdo o el pavo, piezas de carne a las que les va muy bien el sabor y el aroma de la rosa mosqueta.