Consejos sencillos que ayudan a no desperdiciar tanta comida

Cada año más de 1.000 millones de toneladas de comida van a parar a la basura. O lo que es lo mismo, un tercio de los alimentos que se producen para nuestro consumo. Una cifra, aportada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que asusta y debe ponernos en alerta a partes iguales. Y es que no se puede permitir que se pierdan tantos alimentos cuando hay millones de personas que pasan hambre en muchos países. 

El cambio de mentalidad para evitarlo pasa por aportar nuestro granito de arena con sencillos hábitos y trucos que harán que esas cantidades ingentes de comida no sean desperdiciadas. 

Nuevos hábitos para frenar el desperdicio de comida

Además de aprender una serie de consejos para aprovechar estos alimentos no solo contribuimos a que no se tiren a la basura sino, además, a que no hagamos un gasto inútil de dinero en alimentos que no vamos a consumir.

• Ten una lista cerrada cuando vayas a la compra y adquiere solo lo necesario para las comidas de los próximos días. De esta manera evitarás comprar por comprar, excederte en las cantidades o llevarte a casa alimentos que no te gustan o que acabarás tirando a la basura ya que han quedado olvidados en un armario. 
• Aprovecha las sobras. No tires nada. Ese caldo de esa sopa, ese puñado de arroz blanco o esa salsa pueden servirte para dar vida a otras deliciosas recetas. Para tener menos sobras, sirve en pequeñas cantidades; especialmente en los platos de los niños que muchas veces quedan llenos de comida.
• Fruta y verdura que se estropea. En numerosas ocasiones cuando hemos comprado este tipo de alimentos, al cabo de unos días vemos que va perdiendo su lustroso aspecto. Para evitarlo, cuando vayamos al supermercado es mejor comprar solo las piezas justas que sabemos que vamos a consumir en esos días. Además, esas piezas de fruta "feas" se puede utilizar para hacer compotas, mermeladas o ricos batidos naturales. 
• Opta por congelar los alimentos que no vayas a comer ese día. De esta manera tendrás comida lista para sacar del congelador en caso de un apuro y evitarás desperdiciar toda esa cantidad de comida. 
• Si tienes jardín, puedes hacer compost con los restos orgánicos: posos de café, frutas, verduras, arroz, pasta, yogures caducados...