Lola Santos
Lola Santos es redactora especializada en temas de alimentación, viajes y ocio.
… saber más sobre el autorMuchas veces nos aburre comer verduras porque siempre las cocinamos de la misma manera. Para que eso no te pase, te proponemos ideas para que puedas comer verduras de formas distintas sin aburrirte.
Las verduras y hortalizas son una fuente casi ilimitada de vitaminas y nutrientes que se echan a perder si no los cocinas adecuadamente. Por norma general, cuanto menos tiempo cocines las verduras y menos cantidad de líquido uses en la cocción, mejor porque se perderán menos vitaminas y conservarán mejor todas sus propiedades. Por ello, es preferible cocinarlas a mayor temperatura durante menos tiempo que dejarlas a fuero medio mucho más tiempo. Y están más ricas si las dejas al dente.
La mejor forma de cocción de las verduras si quieres que conserven más su sabor es al vapor. De esta forma, las sales minerales se concentrarán en el alimento y no lo perderán por no estar en contacto con el agua. Puedes cocinarlas en una olla a presión o en una convencional si dispones de una cesta que puedas colocar en la parte superior.
Tanto el horno como la plancha hacen que las verduras mantengan todo su sabor. Eso sí, es preferible cocinarlas enteras o en trozos grandes para que se resequen menos Si utilizas el horno a una temperatura de entre 200 y 220ºC, la superficie quedará crujiente y el interior, jugoso. Mientras que en la plancha los trozos pueden ser un poco más pequeños para evitar que el interior no se haga bien.
El microondas es una de las mejores opciones que tienes para cocinar tus verduras. Es rápida, práctica y aprovecha muy bien los nutrientes. Además, se hacen de forma muy rápida. Por ejemplo, las judías verdes, guisantes, zanahorias cortadas, brócoli y espárragos verdes los puedes tener preparados poco menos de tres minutos. Las patatas al microondas las tienes listas en seis o siete minutos y sin absorber aceite, lo que las hace ligeras y sanas.
Te damos algunas ideas de cómo cocinar algunas verduras. El brócoli lo puedes lavar bajo el grifo en lugar de dejarlo a remojo. Después puedes cocerlo, enfriarlo en agua helada y, si lo vas a servir caliente, lo calientas al vapor.
Las patatas asadas enteras se hacen antes y las cueces previamente y después las metes al horno. Y para asar pimientos, envuélvelos antes en papel de aluminio: quedarán perfecto y mancharás menos el horno.
Respecto a las alcachofas, lo mejor es cortar la base justo antes de cocerlas, así guardan todas sus propiedades y evitas que se oxiden y se ennegrezcan.
Cuando vayas a cocer verduras, añade una cucharadita de bicarbonato quedarán más verdes y jugosas. Y para que no amarguen las berenjenas, colócalas inclinadas tras salarlas para que el agua amarga que tienen vaya poco a poco escurriendo.