Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorCada vez más la soja está cogiendo protagonismo en nuestra dieta. Ya sea preparada como cualquier otra legumbre o en uno de sus muchos derivados, en ensalada, en un postre, como bebida en un desayuno, la soja es una legumbre originaria de China que aporta sabor y color a nuestros platos, además de múltiples beneficios para nuestra salud gracias a su gran contenido en proteínas de alto valor biológico.
La soja es un alimento con una amplia variedad de beneficios para nuestra salud entre los que podemos destacar:
Control de la obesidad: al ser baja en grasas e hidratos de carbono y, por otro lado, rica en proteínas de alta calidad, es un alimento con pocas calorías muy indicado para incorporarlo a las dietas de adelgazamiento, haciendo incidencia en las funciones metabólicas relacionadas con la obesidad, como son los índices de colesterol, la diabetes, el hígado graso o el síndrome metabólico.
Prevención de las enfermedades cardiovasculares: por el gran aporte de proteínas, lecitina e isoflavonas, esta legumbre ayuda a reducir los niveles de colesterol de LDL (el malo) y a aumentar el HDL (el bueno).
Disminuye los efectos asociados a la menopausia: Sofocos, sequedad vaginal, inestabilidad emocional… son algunos de los efectos asociados a la menopausia que gracias a los fitoestrógenos o isoflavonas que contienen la soja pueden verse aliviados. Primeros estudios, dan luz a pensar que puede prevenir la osteoporosis, ya que algunos de los componentes de la soja estimulan la producción de hueso. No obstante, estos estudios aún están por ampliar.
Barrera ante ciertos cánceres: existen estudios que relacionan el consumo habitual de soja con una baja incidencia del cáncer de mama y, en los varones, de próstata. Si bien los investigadores prefieren ser cautelosos y ampliar los estudios con nuevos datos, los resultados obtenidos en un estudio realizado por el Davis Cancer Center en California y publicados en la American Journal of Public Health, muestran cómo la genisteína, una isoflavona presente en la soja, podría reducir los niveles de los marcadores PSA (antígeno prostático específico) que se utilizan para la detección de los tumores de próstata y la velocidad de la progresión de la enfermedad.
Existen diferentes derivados de la soja que podemos incorporar a la dieta según nuestros gustos y que son fáciles de conseguir en el mercado:
Como hemos visto existen diferentes derivados de la soja y entre ellos la bebida de soja, un sustitutivo de la leche de vaca ideal para aquellas personas que presentan algún tipo de alergia a la leche o de intolerancia a la lactosa o, también, para aquellas personas que siguen una dieta vegetariana. Es una alternativa a la leche que garantiza un buen aporte de nutrientes, aunque sí tiene ciertas limitaciones:
Visto esto, la soja y sus derivados son perfectos como complemento, pero no como sustituto de los lácteos o la carne.