Lola Santos
Lola Santos es redactora especializada en temas de alimentación, viajes y ocio.
… saber más sobre el autor¿Has probado los calçots? Se trata de unas cebolletas muy típicas de Cataluña y ahora mismo están en plena temporada. Aunque se pueden encontrar hasta el mes de abril en el mercado, la fecha óptima para degustarla va desde finales de enero y todo febrero. Te contamos los secretos de esta verdura, cómo se cocina y cómo se elabora la salsa que los acompaña.
Este alimento es típico de la zona interior de Cataluña, especialmente en el interior de Tarragona, aunque hoy es posible degustarlos en restaurantes por toda España, ya que este manjar se ha ido extendiendo. Y, sobre todo, porque quien lo prueba, siempre repite.
Los calçots son los brotes de una especie muy concreta de cebolla y se cultiva también de una forma muy particular, enterrándola más de lo normal para obligar a la planta a estirarse buscando la luz para poder sobrevivir. Así que, para qiue consiga esa largura de unos 20 centímetros que tiene esta cebolla, se le echa tierra encima varias veces durante su crecimiento.
La forma tradicional de cocinarlos es al fuego, sobre una parrilla. Es así como se prepara una calçotada, a veces se acompaña de carne como unas costillas o butifarra, con lo que se prepara una barbacoa muy completa.
Los calçots se asan con llama viva a base de sarmientos. Cuando ya están asados, se envuelven en papel de periódico hasta su consumo. En el momento de servirlos, se hace sobre una teja.
Como no podía ser de otra manera, esta verdura cuenta con una marca de calidad en nuestro país. Se trata del Calçot de Valls, que está protegido por una indicación geográfica, un distintivo de calidad europeo que se otorga a ciertos productos en función de su origen.
Cuando te dispones a comer calçots en un restaurante, te ofrecen un babero de plástico. La razón es que se comen con las manos. Lo primero, hay que retirar la primera capa que se carboniza por su contacto con el fuego. Después, se mojan en una salsa especial que los acompaña. Y, finalmente, podemos degustar este rico manjar.
Si queréis probar en casa y no tenéis una barbacoa, podéis probar a hacerlos en el horno. No es lo mismo, pero también están muy ricos.
La salsa con la que se toman es la salsa romesco, una salsa que se realiza con verduras asadas y frutos secos, muy típica de la gastronomía catalana.