Lola Santos
Lola Santos es redactora especializada en temas de alimentación, viajes y ocio.
… saber más sobre el autorEl café es una bebida que tomamos casi a cualquier hora del día, en el desayuno, a media mañana, después de comer, en la merienda… Una buena parte del café que consumimos lo hacemos fuera de nuestra casa, en bares y restaurantes. Sin embargo, la cantidad de café que tomamos en nuestra casa no es nada despreciable. Según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, cada español consumió 1,6 kilos de café en su hogar durante el pasado año.
A la hora de comprar el café para tomar en nuestra casa, nos encontramos con distintas opciones. ¿Cuáles son las diferencias entre un café de tueste natural, otro torrefacto y otro de tipo mezcla?
Los frutos del café son unas bayas de color rojo intenso; los granos son las semillas que hay en el interior. Los recolectores quitan la pulpa y secan las semillas al sol, obteniendo lo que se conoce como café verde. Lo siguiente es tostar estos granos, un proceso que puede ser de dos maneras: natural o torrefacto, según la intensidad y los ingredientes que se añadan.
Básicamente, el tueste natural es aquel que se realiza sólo con granos de café y a una intensidad media o baja. Los granos que resultan de este proceso son de color tostado Para obtener el torrefacto, se añade azúcar antes de someter los granos a un tostado de alta intensidad. Como consecuencia de la caramelización de los azúcares, el sabor es más intenso y amargo que el tostado, pierde algo de aroma y los granos resultan oscuros y brillantes por el azúcar quemado que se pega a la superficie.
Y hay un tercer tipo de café, mezcla que, como su nombre indica, lleva natural y torrefacto; es para quienes consideraban demasiado intenso (quemado) el torrefacto y demasiado suave el natural.
En los supermercados podemos encontrar estos cafés en grano y molerlo nosotros en casa con un molinillo, una opción muy recomendable si nos queremos asegurar de que solo lleva café del tostado que más nos gusta
Además de la clasificación por el tipo de tueste, existen múltiples variedades del café en función de su origen y su tipología. Las variedades más consumidas a nivel mundial son la robusta y la arábica, que se diferencian por su aroma, cuerpo y sabor. Los gustos difieren en función de la zona geográfica en la que se consuma el café. Mientras que en Europa se tiende a tomar cafés más fuertes y concentrados, en América tienen mayor predilección por los cafés de sabor suave y diluidos. El café que se toma habitualmente en España es una mezcla de natural y torrefacto.