Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorSegún la estación en la que estamos nos encontramos una fruta u otra, hablando siempre de frutas de temporada que es la mejor manera de apreciar el sabor y de ahorrar dinero. No obstante, hay frutas que son más apetecibles que otras o que, simplemente, pueden dar más juego a la hora de presentarlas en la mesa.
Hoy veremos tres frutas de temporada: el melón, la sandía y las fresas; y tres maneras de presentarlas para hacerlas, si cabe, más apetecibles, refrescantes y vistosas.
El melón es una fruta que, si bien encontramos ya durante todo el año en el supermercado, es en verano cuando está en su mejor momento. Tiene gran cantidad de agua y es muy versátil en la mesa. Sirve como postre o como entrante.
1- En banderilla
Partiremos el melón por la mitad en un corte longitudinal. Retiraremos las pepitas con un cuchillo y con la ayuda de un vaciador de fruta, iremos haciendo bolitas con la pulpa del melón. Una vez tengamos las bolitas de melón, en un palillo de brocheta corto ensartaremos un trocito de jamón del país (mejor si es paletilla) y una bolita de melón. Dispondremos en un cuenco o copa baja unas cuantas banderillas y serviremos.
Este plato nos puede servir perfectamente como entrante frío o postre.
2- En sopa
Cortaremos el melón a taquitos, retirando previamente la piel y las pepitas, trituraremos junto con un yogur natural hasta alcanzar la textura deseada. El uso del yogur es opcional, sirve para darle una textura más fina y una nota de sabor. Serviremos en un vaso bajo, en un cuenco, o en un plato hondo. Se puede decorar con unas hojas de menta, con unas virutas de jamón, con unas bolitas de melón o, simplemente, con unas gotitas de aceite de oliva virgen extra y una pizca de pimienta negra molida.
3- En sorbete
Para prepararlo en forma de sorberte, necesitaremos algunos ingredientes más y previsión de tiempo para congelar.
Haremos un almíbar con agua y azúcar. Trituraremos el melón y le echaremos por encima el almíbar, el zumo de un limón y un poco de sal. Removeremos y extenderemos la mezcla sobre una bandeja plana. La pondremos a congelar durante 8 horas, en las que en dos ocasiones retiraremos para romper el hielo formado. Se sirve en un cuenco y se decora con unas moras frescas en el centro, unas hojas de menta, un pedacito de melón enganchado en el borde de la copa o empapando, previamente, el borde de la copa con un poco del mismo jugo del melón en una mezcla de sal y azúcar.
La sandía es la fruta de verano por excelencia. Muy refrescante y siempre colorida. Sola o combinada con otras frutas como el melón, el plátano o el kiwi, hace que un plato de sandía sea aún más apetitoso.
1- Polos al natural
Partimos una rodaja entera de sandía de unos dos centímetros de grosor. La cortamos a octavos, de manera que nos queden triángulos. Enganchamos unos bastoncillos por la parte de la piel y repartimos en una bandeja para que cada comensal se vaya sirviendo al gusto.
2- En helado
Trituramos unos trozos de sandía, la parte más roja, y con ello rellenamos tres cuartas partes de unos moldes para polos o, si no tenemos ninguno, podemos usar un vasito de plástico o de yogur. Lo guardamos en el congelador durante unos 30 minutos, lo sacamos del congelador antes de que se haya congelado del todo e insertamos un bastoncito de polo. Si no tenemos también se puede usar una cucharilla de café. Lo ponemos de nuevo en el congelador. En unos 30 minutos más, añadimos unas cucharadas de yogur, lo devolvemos, de nuevo al congelador 30 minutos más y, finalmente, añadimos unas cucharaditas de kiwi trituradas junto con un poco de zumo de limón. Seguimos congelando hasta que lo vayamos a consumir. Haciendo la congelación por estadios conseguimos que los ingredientes no se mezclen quedando una disposición de colores como la de la sandía. Lo bueno de este helado es que no lleva azúcar añadido y es completamente natural. Para desmoldar solo hay que ponerlo un momento bajo el gripo de agua caliente.
3- En batido
Trituramos la pulpa de la sandía y servimos en un vaso en el que habremos puesto una buena base que hielo picado. Podemos decorar con un trozo de sandía engancha al borde del vaso y unas hojas de menta. El resultado: un smothie que sirve como entrante, como postre o una como una merienda refrescante.
Las fresas, son muy habituales decorando tartas, pero su sabor es tan exquisito que, solo acompañándola con una copa de cava -como hacían Julia Roberts y Richard Gere en la película Pretty Woman- puede hacer las delicias de nuestro paladar.
1- En helado
Pondremos un poco de yogur en unos moldes para hacer cubitos (también se puede hacer con film transparente a modo de saquitos), añadiremos un pedacito de fresa y cubriremos con una poco más de yogur y lo llevaremos al congelador.
2- En bombón
Limpiaremos bien las fresas sin quitarles el tallo y las hojas. Secaremos bien y bañaremos la punta en chocolate caliente. Dispondremos en una bandeja plana y enfriaremos rápido para que el chocolate coja buena textura y quede adherido a la fresa. Podemos servir espolvoreandolas con un poco de azúcar glass.
3- En carpaccio
Fileteamos las fresas en láminas muy finas y disponemos en una capa sobre un plato, añadimos un chorrito de zumo de limón y, para completar el postre, una bola de helado de limón o unas hojas de menta picada o entera.
Si bien he elegido estas tres frutas, otras como el plátano, el kiwi o la pera, nos pueden dar el mismo juego. Son muchas las maneras de presentar la fruta sin necesitad de combinarlas con otros alimentos, solo con cortarla de diferente manera y ayudándonos de los moldes para hacer galletas podemos darle una forma diferente, o hacer brochetas combinado distintas frutas. La imaginación no tiene límites.