Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorPara preparar un buen plato no solo debemos saber cocinarlo, también es importante saber cómo tratar la materia prima y cómo conservarla. Uno de los productos a los que solemos prestar menos atención son las frutas y las hortalizas.
Te presento algunos consejos de conservación y también cómo sacarle el mejor partido cuando vayas a hacer una elaboración.
Las hortalizas deben conservarse a una temperatura adecuada que suele estar entre los 8 y 12º C, en lugares frescos y apartados de la luz para evitar que se deshidraten y, dependiendo del tipo de fruta u hortaliza la podremos conservar en la nevera durante dos días o incluso una semana sin que pierda sus propiedades. Para mantenerla en perfectas condiciones de humedad, se recomienda envolverlas en papel de periódico o en una bolsa de plástico en el cajón inferior de la nevera o en la parte menos fría.
Es importante eliminar las sustancias nocivas que puedan quedar en las hortalizas procedentes de fertilizantes o restos terrosos. Para ello:
1. Si se trata de hortalizas de hoja, las separaremos cortando primero el tronco.
2. Las pondremos en agua fría con un chorrito de vinagre o con unas gotas de lejía (5 gotas por litro de agua). También existen productos específicos para desinfectar la fruta y verdura que podemos encontrar en el supermercado.
3. Dejaremos en remojo un rato, aclararemos con abundante agua y secaremos.
El aguacate, debido a su origen tropical, tiene unas características especiales de conservación que hay que tener en cuenta.
El apio es una hortaliza con una base muy aromática, lo que hace que, si lo guardamos en la nevera, pueda contaminar con su aroma otros alimentos. Para evitar la contaminación deberemos guardarlo envuelto en papel de aluminio o film. Para que se mantenga crujiente, lo podemos envolver en un paño húmedo. Por otro lado, si lo exponemos a la luz perderá el color.
La escarola ( y también la lechuga) es una hortaliza que se estropea con facilidad por lo que hay que consumirla antes de 48 horas. Para conservarla durante ese tiempo se puede envolver en plástico perforado en la nevera.
Los hay silvestres (verdes) o de cultivo (verdes o blancos). Tanto los espárragos silvestres (verdes) o de cultivo (verdes o blancos) si no están en conserva son frágiles y se estropean con facilidad. Se pueden guardar en el frigorífico en la parte menos fría durante 2 o 3 días envueltos en un paño húmedo o también conservarse a temperatura ambiente con los tallos metidos en agua como máximo 2 días.
En función del plato que vayamos a preparar la piel del tomate podría ser molesta a la hora de conseguir la textura deseada. Te explico cómo retirarla sin desperdiciar la pulpa y sin perder la forma del tomate.
1. Con un cuchillo muy afilado, trazamos una pequeña cruz en la base de cada tomate.
2. Escaldamos los tomates durante 10 segundos en un cazo grande con agua hirviendo. Los retiramos y sumergimos inmediatamente un bol de agua muy fría, esto interrumpe la cocción y mantiene la carne firme.
3. Retiramos la piel empezando por la cruz. Si la receta que vayamos a preparar requiere que quitemos las pepitas, cortaremos el tomate por la mitad y con la ayuda de una cucharilla las retiraremos