Lola Santos
Lola Santos es redactora especializada en temas de alimentación, viajes y ocio.
… saber más sobre el autorLa FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) estima que aproximadamente un tercio de los alimentos producidos para consumo humano en el mundo se pierden o desperdician, lo que equivale a 1.300 millones de toneladas por año.
En los hogares españoles, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, los hogares españoles desperdiciaron en 2018 un total de 1.339 millones de kg/l. de alimentos y bebidas, el 85% de ese volumen corresponde a productos sin utilizar, mientras que el 15% restante eran alimentos ya cocinados.
Con estas cifras, parece necesario tomar conciencia de la cantidad de alimentos que terminan en el cubo de la basura y ponerle remedio. Aquí te dejamos algunos trucos que podemos aplicar en nuestros hogares para evitar el desperdicio de alimentos.
Planificar es el primer paso. Por un lado, es importante organizar los menús de la semana para saber qué alimentos vamos a necesitar y en qué cantidad. Este plan nos va a permitir hacer una lista de la compra para evitar comprar en exceso.
Una vez en casa, es necesario organizar bien tanto la nevera como la despensa. Debemos colocar delante los alimentos cuya fecha de caducidad está más cercana para usar antes esos alimentos. Conviene también revisar la despensa de vez en cuando para que no se nos pasen los productos.
En la nevera, es importante mantenerla limpia para que no proliferen las bacterias y se genere moho en los alimentos, porque terminarían en la basura.
Es importante aprovechar todos los alimentos que sobren de la compra, preparando platos que incluyan lo que tenemos en la nevera y sobras de otras comidas.
Por ejemplo, hay recetas de aprovechamiento como la ropa vieja, hacer unos burritos con pollo asado que haya sobrado, o con arroz o pasta cocida podemos preparar una ensalada. Si tenemos fruta que está a punto de pasarse, podemos preparar una tarta, una macedonia de frutas, un batido o hacer mermelada casera. Con la verdura, podemos preparar una crema o una sopa. El pan que sobra podemos dejarlo secar para rallarlo, podemos freír unos picatostes para cremas y ensaladas.
Las comidas ya preparadas se pueden estropear si no las conservamos de forma correcta. Siempre hay que guardarlos en recipientes que cierren herméticamente y cuánto más llenemos estos, menos aire habrá dentro y, por tanto, menos oxidación. Envasarlos al vacío es una buena opción. Y, si no lo vamos a usar en 24 horas, mejor congelarlo.