Mariola Báez
Alimentación
Vitaminas del grupo B, fundamentales para mejorar la función cognitiva en personas mayores
Las deficiencias en estos micronutrientes pueden influir en el avance del deterioro cognitivo leve
Las vitaminas son micronutrientes esenciales para el desarrollo de procesos vitales para el funcionamiento de nuestro organismo. Podemos obtenerlas a través de los distintos alimentos que debe incluir una dieta variada y equilibrada. Cada una de ellas cumple funciones específicas que van desde el control del metabolismo basal, hasta la regulación de la producción de hormonas que realizan las distintas glándulas.
Las vitaminas del grupo B, especialmente la B6 (piridoxina) y la B12 (cobalamina), desempeñan un papel fundamental en la salud de nuestro cerebro y son muchos los estudios que apuntan a que su presencia en el organismo, en las cantidades idóneas, supone una excelente protección frente al deterioro cognitivo leve, tal y como recoge la Fundació GAEM (@FundaciónGAEM).
¿Cómo actúan las vitaminas B? ¿Qué alimentos las contienen?
Para su correcto funcionamiento, nuestro cerebro necesita sus propios nutrientes. Las vitaminas B6 y B12 tienen influencia directa en el proceso de transmisión del impulso nervioso que parte y llega al cerebro. Parcelas esenciales de la función cognitiva, como son la memoria o el lenguaje, dependen en gran medida del perfecto desarrollo de las conexiones neuronales y sin el aporte diario de las vitaminas B, estas se van a realizar con mayor dificultad.
Sabemos que la dieta influye de manera directa en la salud y, en este sentido, la Fundación Alzheimer España (@AlzheimerEsp) considera las vitaminas B6 y B12 factores protectores frente a enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, junto a los ácidos grasos Omega-3 y los nutrientes que poseen propiedades antioxidantes.
La colabamina (vitamina B12) es esencial para la formación de glóbulos rojos, el buen estado del hígado y para que el sistema nervioso tenga un óptimo funcionamiento. Su deficiencia en el organismo no solo acelera el deterioro cognitivo leve, también se considera que puede estar relacionada con distintas patologías psicológicas como el estrés, la ansiedad o la depresión.
En casos extremos de carencia en adultos mayores, se requerirá su ingesta a través de suplementos alimenticios. Como norma general, incluir en la dieta alimentos con alto contenido en estas vitaminas es suficiente para disfrutar de las dosis que el cerebro solicita para mantenerse saludable. La carne roja y las vísceras, como el hígado de ternera; algunos pescados, como el salmón; determinados mariscos, con las almejas en primer lugar; y el huevo son algunos de los alimentos que más vitamina B12 aportan al organismo.