Salud

Los problemas bucodentales y la pérdida de dientes pueden afectar de manera considerable la salud

Rosa Roch

Foto: BigStock

Sábado 26 de diciembre de 2020

5 minutos

Alimentarse ante dificultades bucodentales
Rosa Roch

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Sábado 26 de diciembre de 2020

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Según la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, se calcula que 20 de cada 100 personas mayores que viven solas en sus hogares llevan una dieta de menos de 1.000 kilocalorías diarias. Los motivos pueden ser varias: problemas de salud, poco apetito, pereza al cocinar para sí mismos, la soledad, la falta de recursos económicos…, toda una serie de razones que pueden conducir a una desnutrición, pues esta ingesta es insuficiente para cualquier persona mayor.

Si bien la cantidad recomendada de calorías que debe consumir una persona dependerá de su salud y peso, los especialistas consideran necesarias entre 25 y 35 kilocalorías por kilo corporal y día. Estos valores pueden variar en función del gasto energético de la persona, de su actividad física y de su estado de salud. Por ejemplo, una persona en buen estado de salud, con una actividad física media y un peso de 70 kilos, debería consumir alrededor de 2.100 kilocalorías.

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Problemas dentales

Otras de las razones por las que algunas personas mayores pueden presentar problemas de desnutrición son los problemas bucodentales. Visitar al dentista una vez al año es de obligado cumplimiento para hacernos un chequeo y mantener la salud bucodental. En las personas mayores que, además, pueden presentar problemas bucales asociados a la edad, es una necesidad hacer estas visitas de manera periódica para prevenir caries, pérdida de dientes, llagas, problemas de las encías y cualquier otro tipo de alteración que pueda dificultar la masticación.

Una buena masticación es imprescindible para hacer bien la digestión, pudiendo absorber todos los nutrientes de manera adecuada y mantener, así, una buena salud general apoyada en una dieta equilibrada compuesta por todo tipo de alimentos.

Cuando faltan dientes o existe algún trastorno bucodental aumenta la dificultad para masticar ciertos alimentos y ello influye en el proceso de la digestión. Reemplazar con una prótesi, los dientes que han caído o estropeado será una solución a los problemas en la masticación, de la misma manera que realizar una limpieza profunda por parte de un profesional para reducir el riesgo de infección, problemas gingivales e, incluso, tener una mejor percepción del sabor de los alimentos, que permitirá comer con mejor apetito.

Dificultar para tragar

Otros problemas que pueden presentarse a la hora de alimentarse de manera correcta es la dificultad para tragar. Esto se debe a problemas articulares en la mandíbula o, en la mayoría de los casos, a alteraciones neurodegenerativas. Para facilitar este proceso se pueden trocear los alimentos en pequeñas porciones o, directamente, triturarlos. También, si la dificultad para tragar es severa, en las preparaciones se puede utilizar espesante para conseguir la textura adecuada y minimizar el riesgo de aspiración.

Ante la dificultad para tragar es aconsejable comentárselo al médico de familia para que revise la medicación que se toma por si hay algún fármaco que esté relacionado con la dificultad para tragar ya que algunos tienen efectos adversos en el aparato digestivo. Si así fuera, bastaría con cambiar el tratamiento.

Consejos para mantener una buena alimentación

  • Carnes: La carne es una fuente de proteínas necesarias para el organismo y es importante no dejar de comerla. Masticarla y tragarla puede ser dificultoso para aquellas personas con problemas bucodentales. Para facilitar su ingesta se puede preparar en forma de croquetas, albóndigas, hamburguesa.
  • Pescado: Es importante mantener el pescado en la dieta por su aporte en sodio, fósforo y ácidos grasos Omega 3. Se puede preparar hervido, a la plancha o al vapor, retirando minuciosamente las espinas para facilitar la masticación y deglución.
  • Legumbres: Lo mejor es tomarlas en puré. Si haces un cocido puedes añadirle además las viandas. Si son estofadas las puedes hacer más líquidas pudiendo darle la textura que mejor se adapte a las necesidades de cada uno. Además, tendrás un buen aporte de fibra.
  • Huevos: Puedes evitar el huevo frito que, aunque no lo parezca, es más difícil de masticar. Prueba con un huevo escalfado, revuelto, en tortilla o pasado por agua.
  • Frutas y verduras: Cocidas o al vapor es la mejor manera para que sean blandas y conserven todas sus propiedades. También en puré. Además, la fruta la puedes hacer en papilla o, si es apropiada para ello, como son las manzanas y las peras, al horno.
  • Lácteos: Los productos lácteos te ayudarán a aportar al cuerpo calcio para reforzar los huesos, No te quedes solo con la leche, consume también queso fresco y yogures, tienen una textura muy buena para las personas con problemas bucodentales o disfagia.

Sobre el autor:

Rosa Roch

Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.

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