¿Cómo empieza la alopecia en mujeres?

Al día, nuestro cuero cabelludo pierde unos 100 cabellos, pudiendo llegar incluso hasta los 150 en ciertas épocas del año. Cuando estas cifras son superiores puede considerarse que hay un problema de alopecia que debe ser analizado por un especialista, ya que se trataría de una caída anormal.

Tanto hombres como mujeres pueden sufrir problemas de pérdida de cabello, sin embargo, en la sociedad, la alopecia femenina sigue siendo un estigma social y que afecta enormemente sobre la autoestima de muchas mujeres. Pero ¿cuándo puede considerarse que tenemos un problema de caída de cabello?

Los primeros síntomas que nos indican que podemos estar experimentando un problema de alopecia es, principalmente, si al levantarnos de la cama vemos muchos pelos en la almohada o al peinarnos o lavarnos el cabello vemos que se caen en gran cantidad. Otro de los síntomas serían las molestias en el cuero cabelludo como picores o enrojecimientos, exceso de caspa o grasa, aumento del acné o vello facial (especialmente durante el ciclo menstrual), calvicie en barba o cejas, así como debilidad del cabello en la parte superior, entre otros factores.

Existen ciertos tipos de alopecia que son muy comunes entre la población femenina y que, para tú tranquilidad, tienen tratamientos. Hablamos principalmente de la androgénica, causada por factores genéticos; la areata, en la que el pelo se cae a mechones dejando áreas sin pelo; traumática, provocada por secadores o tintes, por ejemplo; o la difusa, la cual suele aparecer tras ciertas enfermedades, cambios hormonales o tras la toma de algún medicamento.

En muchos de estos casos, si no es una situación grave, el pelo vuelve a crecer por sí solo sin necesidad de tratamiento. En otros casos, además de tratamientos farmacológicos, puede llevarse a cabo otros, como inyecciones de implante de cabello o terapias de luz ultravioleta.

¿Por qué se nos cae el cabello?

La caída del cabello puede producirse por diferentes factores como puede ser el hereditario, el estrés, una alimentación desequilibrada pobre en minerales y nutrientes, un uso excesivo del champú y secador, toma de ciertos medicamentos, ciertas enfermedades como anemia o hipotiroidismo, entre otras causas.

Por todo ello, los especialistas recuerdan la importancia de mantener una alimentación variada y rica en nutrientes, usar champús según nuestro tipo de pelo y poco agresivos, lavarnos el pelo correctamente sin dañar la raíz, no abusar con los productos químicos para el cabello y protegerlo y cuidarlo lo máximo posible del sol.

Y recuerda, detectar a tiempo un problema que ocurre tanto a hombres como mujeres y en el que el envejecimiento tiene mucho que ver, puede ser fundamental para frenarlo.