
El alzhéimer se acerca al cáncer como la enfermedad que más preocupa a los españoles
La mayoría considera que es la patología más importante a la que se enfrentan los mayores

El alzhéimer es considerado por los españoles como el principal problema de salud relacionado con el envejecimiento. Según se desprende del Estudio de la percepción social del alzhéimer en España, que ha sido presentado este lunes por el director de la Fundación Pasqual Maragall (@fpmaragall), Arcadi Navarro, y la directora de Incidencia y Relaciones Institucionales de esta organización, Eva Nebot, el 78% de los españoles considera que es la patología más importante a la que se enfrentan las personas mayores, a mucha distancia de otras enfermedades como el ictus (35%) o el párkinson (35%).
Además, se trata de la segunda condición de salud que más teme padecer la población general, el 68%, después del cáncer (72%). En tercer, cuarto y quinto lugar se encontrarían el ictus (43%), los infartos (26%) y el párkinson (24%).
Es más, según ha explicado Arcadi Navarro, la distancia respecto al cáncer, en cuanto a preocupación, se estaría acortando, gracias a los avances realizados en los últimos años y, si no se incrementan los medios para luchar contra las demencias, esta relación podría llegar a invertirse en el futuro, pasando el alzhéimer a ocupar el primer puesto.

Progresivo aumento de casos
Otra de las conclusiones que se extraen de esta encuesta, realizada por la empresa Cluster17 en el marco del Observatorio del Alzhéimer y las Demencias –una iniciativa impulsada por la Fundación Pasqual Maragall–, es que dos de cada tres españoles ya conocen a alguna persona cercana que padece este tipo de demencia.
Y esto responde, según ha explicado Arcadi Navarro, al progresivo envejecimiento de la población. Y es que, a medida que aumenta el porcentaje de la población mayor, se incrementa, en paralelo, el número de personas con esta enfermedad. Por ello, ha advertido, se prevé que en los próximos años los casos puedan llegar a duplicarse en España. "El impacto no va a hacer sino crecer", ha señalado.
Poco preparados para esta "pandemia estructural"
Ahora bien, pese a esta realidad, del estudio también se desprende que la población española piensa que no se está haciendo lo suficiente para afrontar este problema "estructural": sólo el 25% de los encuestados opina que la sanidad está preparada para atender y tratar a las personas con alzhéimer.
"Hay una opinión negativa generalizada", ha comentado la directora de Incidencia y Relaciones Institucionales de la Fundación Pasqual Maragall, Eva Nebot.
Y este sentimiento se ve reflejado en otros datos, como que el 81% de los españoles opine que las instituciones no promueven adecuadamente hábitos saludables que puedan retrasar la aparición de la enfermedad o que menos de la mitad de los encuestados, el 43%, perciba que se estén produciendo avances significativos frente a la patología.
Principales desafíos
En ese sentido, en opinión de la población española, el mayor desafío al que se enfrentarían las personas afectadas serían los costes de atención médica y cuidados especializados, seguido, a cierta distancia, de la falta de acompañamiento y formación adecuada para las personas cuidadoras (41%) y del escaso apoyo psicológico y emocional (40%).
Según ha comentado el director de la Fundación Pasqual Maragall, Arcadi Navarro, se estima que esta enfermedad supone un desembolso anual de unos 35.000 euros, en etapas intermedias, y de hasta 90.000, en fases avanzadas. Una cantidad, ha denunciado, que "es imposible de asumir" por las familias.
Falta de información
Además, la población tiene aún un gran desconocimiento sobre el alzhéimer: sólo un 18% de los encuestados afirma haber recibido información al respecto en los últimos seis meses.
Y esto se traduce en que, por ejemplo, mientras que la mayoría sí identifica correctamente que los antecedentes familiares o la edad avanzada son factores de riesgo a la hora de enfermar, buena parte no sabe que también existen otros hábitos que predisponen a padecer esta patología, como el estrés, la depresión, una dieta poco saludable, el consumo excesivo de alcohol o el insomnio.

"Este aspecto es relevante en el contexto actual, ya que se estima que, mediante la incidencia en 14 factores de riesgo modificables a lo largo de la vida, hasta el 45% los casos de demencia podrían ser evitados o retrasados", explican en el estudio.
No obstante, de la encuesta también se desprende que la población sí estaría dispuesta a tomar medidas en ese sentido. En concreto, cambiarían hábitos de vida, como mantener la mente activa, a través de la lectura y el aprendizaje (52%), hacer ejercicio regularmente (44%), controlar los factores de riesgo cardiovascular (37%) o llevar una alimentación saludable (33%).
Conocer el riesgo de padecer alzhéimer

Otro dato relevante del estudio es que una amplia mayoría de los españoles desearía conocer su riesgo de tener alzhéimer en el futuro. Más de la mitad (54%) querría saberlo y cerca de un tercio (31%) “probablemente” le gustaría conocer este dato.
Además, nueve de cada 10 manifiestan que se harían una prueba que determinase la presencia de la patología en fases leves y asintomáticas, aunque un 25% lo haría sólo si existiera la posibilidad de recibir un tratamiento que pudiera retrasar su evolución.
Por otra parte, un 63% estaría dispuesto a participar voluntariamente en estudios de investigación para la prevención y el tratamiento de la enfermedad, 66% en el caso de las mujeres y, 59%, en el de los hombres.
Peticiones y retos
Finalmente, en cuanto a los retos pendientes, la población española considera que la detección y el diagnóstico temprano deberían ser la prioridad principal de la sanidad pública (76%), seguida de la mejora de las prestaciones de atención a la dependencia y el acceso a servicios y cuidados (56%) y el desarrollo de programas de prevención de la salud cerebral (43%).
Además, el 91% se muestra a favor de aumentar el presupuesto público para atender este tipo de demencia y el 92% apuesta por que la administración financie los fármacos que vayan aprobándose para combatir la enfermedad.