María Liébana
Salud
Aprender a detectar el ictus de retina podría salvarte de una pérdida de visión irreversible
Actuar en las 6 horas siguientes desde el inicio de los síntomas es clave para salvar la visión
Se trata de una enfermedad poco prevalente y, por tanto, poco conocida. Aunque el ictus de retina no pone en peligro la vida de la persona que lo padece, si no se actúa a tiempo puede provocar la pérdida de visión permanente e irreversible.
¿Qué es el ictus de retina?
La oclusión de la arteria central de la retina (OACR), o íctus de retina, es una emergencia ocular que se presenta como una pérdida de visión brusca, profunda e indolora y que se debe a un trombo que obstruye la arteria principal de la retina.
Igual que ocurre en el ictus isquémico en el que la sangre no llega bien al cerebro, en el infarto ocular la retina no recibe sangre de la arteria principal que la nutre y las consecuencias son inmediatas.
¿Cuáles son sus síntomas?
Muchos pacientes no manifiestan síntomas de lesión en la retina, pero existen algunas señales comunes:
- Pérdida súbita de la visión en un solo ojo. En algunos casos puede producirse en ambos.
- Ver manchas, hormigas o arañas que descienden de forma constante. Pueden ser de diversos colores, principalmente blancas.
- Reducción de la visión. Por ejemplo, ver únicamente la mitad del campo visual.
- Dolor de cabeza intenso.
- Enrojecimiento del ojo.
- Inflamación del globo ocular.
- Visión borrosa.
- La luz produce molestias incluso utilizando gafas oscuras.
- Desprendimiento de la retina.
- Derrames sanguíneos en los ojos.
El ictus de retina es una auténtica emergencia ocular porque el pronóstico es muy negativo. Solo hay posibilidades de recuperar la visión si se trata a tiempo -antes de las 6 h de la presentación de los síntomas.
Por ello, detectarla a tiempo es determinante. Sin embargo, no siempre ocurre. El ictus de retina es una enfermedad con una incidencia baja, por lo que es poco conocida, lo que suele conllevar un retraso en su diagnóstico.
Investigando en su prevención
Sin embargo, se ve luz al final del túnel. En abril de 2018 se creó en el Hospital Germans Trias un protocolo de atención urgente a este tipo de ictus, el Código Ictus Retina, en el que participan profesionales de los Servicios de Oftalmología, Neurología, Radiología, Neurointervencionismo y Urgencias. La acción coordinada de estos servicios permite hacer un diagnóstico rápido y administrar tratamiento trombolítico para intentar recuperar la visión y mejorar, así, la calidad de vida de los pacientes.