Mariola Báez
Avances
¿Qué aplicaciones tiene la Radiología Intervencionista? ¿En qué consiste?
En determinadas patologías, esta especialidad puede ser una alternativa al tratamiento quirúrgico
Así lo indica la Sociedad Española de Radiología Vascular e Intervencionista (@SERVEISoc), que explica que ésta es una subespecialidad de la propia Radiología que se centra, no solo en el diagnóstico sino también en el tratamiento, es decir, en la intervención directa ante numerosas enfermedades, siempre utilizando técnicas mínimamente invasivas.
En las últimas décadas las técnicas de diagnóstico por imagen no han dejado de evolucionar, pasando, en muy poco tiempo, de los primeros y básicos Rayos X, hasta los avanzados sistemas actuales que incluyen, además, la resonancia magnética o la tomografía computerizada. La radiología intervencionista da un paso más. Esa información exacta, que proporcionan las imágenes, va a permitir al radiólogo intervencionista llegar a la patología localizada y tratarla con máxima precisión.
¿Cómo es un tratamiento de Radiología Intervencionista?
Cada vez son más los hospitales que cuentan con unidades idóneas para llevar a cabo los tratamientos que permite esta disciplina radiológica que requiere aparatología específica. Básicamente, la intervención se realiza practicando mínimas incisiones que permiten introducir una guía o un catéter en los vasos sanguíneos o cualquier otro conducto del cuerpo humano por el que puedan avanzar hasta llegar al órgano, articulación, hueso… donde se ha localizado la patología que requiere tratamiento.
Es el radiólogo intervencionista es quien realiza esta “operación”, que poco tiene que ver con una cirugía convencional o “abierta”. Cuando estos tratamientos pueden realizarse, en lugar de las técnicas quirúrgicas, la SERVEI señala que son muchas las ventajas para el paciente. Menor tiempo de hospitalización, recuperación más rápida y menos dolorosa y ausencia de anestesia general, en la mayoría de los casos, son las principales.
La Radiología Intervencionista es una especialidad relativamente nueva, pero ya ha conseguido buenos resultados en el tratamiento de numerosas enfermedades.Tratar dolencias que afectan a la columna vertebral o al sistema nervioso; actuar de manera eficaz frente a estenosis (estrechamiento) de venas y arterias, relacionadas, en muchos casos, con patologías cardiacas y con enfermedades como la arterioesclerosis; tratamiento de aneurismas cerebrales, o incluso actuación eficaz frente a algunos tipos de cáncer, son solo algunas de las aplicaciones que ya son realidad con esta especialidad en la que los avances continúan.