Avances

Los avances en la técnica de la artroscopia para el tratamiento de los dolores articulares

Mariola Báez

Foto: Bigstock

Martes 4 de junio de 2019

2 minutos

Diagnósticos certeros e intervenciones quirúrgicas menos agresivas son posibles con este método

Artroscopia
Mariola Báez

Foto: Bigstock

Martes 4 de junio de 2019

2 minutos

La Asociación Española OsteoCodromas Múltiples Congénitos (AEOMC) explica que la artroscopia es un eficaz método de diagnóstico que se utiliza, además, como un procedimiento quirúrgico alternativo a la cirugía tradicional o “abierta”.

Supone un importante avance en el tratamiento del dolor articular, porque permite visualizar el interior de las articulaciones, para detectar, así, cualquier anomalía que lo esté provocando. También hace posible, en muchos casos, la intervención necesaria que solucione la patología.

La técnica empezó a utilizarse únicamente en la articulación de la rodilla, pero actualmente se aplica a en numerosos casos de dolencias articulares. La artroscopia hace posible intervenciones quirúrgicas mínimamente invasivas, que favorecen, ademá,s una pronta recuperación postoperatoria.

¿En qué casos resulta efectiva la artroscopia?

Los médicos señalan la ventaja que supone poder penetrar en la propia articulación para poder evaluar cada tipo de dolencia con mayor exactitud. La técnica consiste en realizar unas pequeñas incisiones en puntos concretos, a través de las cuales se introducen microscópicas cámaras especialmente diseñadas para este fin, con las que se obtendrá la imprescindible información que determine el diagnóstico. En caso de ser necesaria una intervención quirúrgica, esos mismos orificios serán la vía de acceso para que el cirujano pueda realizarla.

Hoy en día, la artroscopia tiene múltiples aplicaciones y además de utilizarse en tratamientos relacionados con patologías en la articulación de la rodilla, también resulta especialmente eficaz en la reconstrucción de ligamentos, en la fijación de determinadas articulaciones, como las de los hombros, con el objetivo de evitar luxaciones repetidas, en el diagnóstico y tratamiento de algunas artritis, entre ellas la de muñeca, en casos de fracturas,  de bursitis

Los expertos hacen hincapié en que esta técnica reduce en un 50% el riesgo de infección frente a la cirugía tradicional, evitando además, otras complicaciones que pueden aparecer tras una operación. Dependiendo del tipo de articulación y de la patología concreta, la artroscopia puede requerir desde una ligera anestesia local, hasta una general en los casos más complejos.

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