Victoria Herrero
Avances
Un estudio asegura que practicar ping-pong podría ser beneficioso para enfermos de párkinson
La práctica habitual de este deporte ha demostrado sus efectos a la hora de aminorar los síntomas
Una reciente investigación viene a confirmar lo beneficioso que resulta el deporte sea cual sea la especialidad y la edad a la que se practique. Buenas noticias para la salud y que en este caso se centran en el ejercicio que se realiza cuando se juega una partida de ping-pong. Y es que, según la Academia Americana de Neurología (@AANMember), este tipo de tenis de mesa puede ayudar a aquellos pacientes que padezcan párkinson.
Así pues, a juicio de dichos expertos las personas aquejadas de esta patología neurodegenerativa que practiquen ping pong de forma regular pueden mejorar sus síntomas.
¿Qué pone en evidencia este estudio?
Una afirmación, la anterior, a la que llegaron tras observar a una docena de voluntarios con una edad media de 73 años y que llevaban unos siete años, en la mayoría de los casos, sufriendo una enfermedad (en diferente grado) que se caracteriza por la disminución de dopamina en el cerebro. Algo que hace que redunde de forma negativa en el sistema nervioso afectando al movimiento. Precisamente, en este aspecto es donde inciden los beneficios de este deporte ya que mejora la coordinación mano-ojo, agudiza los reflejos y estimula el cerebro como argumentan los autores de la investigación médica.
Para llegar a dicha conclusión, los autores del estudio pidieron a los pacientes analizados que jugaran al ping-pong durante al menos una vez a la semana en un periodo de 6 meses. Además de la partida, estas personas realizaron ejercicios de estiramiento y calentamiento para evitar posibles lesiones durante el ejercicio. En definitiva, siguieron una serie de pautas diseñadas de forma personalizada por la Universidad de Fukuoka (@Fukuoka_Univ_PR).
Así, se realizaron dos observaciones (a los tres y a los seis meses) y en ambos casos los responsables del informe coincidieron al afirmar cómo estos mayores de 65 años habían experimentado mejoras significativas en varios aspectos: a la hora de levantarse de la cama y caminar, en la escritura, cuando debían vestirse o al comunicarse por medio del habla.
Pero eso no es todo ya que las buenas noticias se reflejaron también en una menor rigidez facial y postural, así como en una incidencia menos acusada en cuanto a la lentitud de los movimientos y los temblores de manos tan característicos de la patología. Resultados que, aunque en una muestra muy pequeña como recuerdan los expertos, pueden ser alentadores para avanzar en el tratamiento del párkinson. De ahí que se estén planteando abrir la horquilla de participantes para comprobar si surten los mismos efectos.
Más beneficios del ping-pong
Hasta ahora se han conocido las bondades del tenis de mesa en el caso de pacientes con esta enfermedad crónica y degenerativa, pero es posible hablar de más beneficios para la salud cuando se trata de poner en práctica este deporte; especialmente en mayores. Así, la primera de las buenas noticias tiene que ver con una mejora de la concentración ya que al jugar se deben poner todos los sentidos en el certero golpe que hará que la bola vaya al campo contrario para anotar un tanto. Y esto hace que el cerebro se mantenga activo en este sentido.
Una capacidad que también se ve reforzada a nivel de memoria y retención para tratar de anticipar los movimientos del contrincante y planear una mejor jugada.
Además, la práctica de ping-pong se asocia con una reducción de los estados de ansiedad o depresión, así como con un incremento del buen humor y el estado de ánimo de los jugadores que toman parte de dicho deporte.
Pese a que pueda parecer lo contrario, es un ejercicio que también demuestra sus efectos saludables en relación al peso. Y es que los movimientos rápidos que se hacen resultan muy adecuados para reducir calorías incluso en una sola partida. Y eso redunda, además, en un mantenimiento y desarrollo óptimo del equilibrio de las personas mayores que se animan a practicarlo; así como en una mejora de las articulaciones que se ven reforzadas y activas.
Nociones básicas de juego
Y para aprovecharse de todo lo bueno que puede traer el ping-pong, nada como unas nociones básicas antes de coger la pala e intentar darle a la bola:
- Estos dos elementos, junto con la red y la mesa forman parte de los imprescindibles para echar una partida. Pero la importancia no solo radica en estos artículos para lograr el objetivo de conseguir más puntos, sino que el éxito parte también de adoptar una postura correcta durante todas las jugadas. Así, para hacer los movimientos básicos, el jugador debe inclinarse ligeramente hacia adelante con un pie algo más avanzado. Las piernas deben estar algo dobladas y el peso recae en la punta en los dedos de los pies.
- Además, es importante agarrar con firmeza la pequeña raqueta desde el mango de la misma.
- De esta manera uno estará preparado para jugar tanto en pareja (un máximo de 4 jugadores) o solo (plegando uno de los lados de la mesa a modo de pared).
- Para comenzar el juego se lanza la pelota de manera vertical y empezará el jugador en cuyo lado caiga primero. Un servicio que va pasando al contrincante cada vez que se sumen un par de puntos. En el caso de que la pelota golpee la red se repite el set. Y si esto ocurre dos veces seguidas, el oponente recibirá un punto para su marcador (igual que si con la mano libre se toca o se mueve la mesa donde se juega). En cambio, si roza la malla, pero la bola mantiene su dirección hacia el otro campo entonces no se detiene el juego.
- El partido finaliza cuando el marcador final llega a 11 puntos. En este caso, el ganador debe tener una ventaja de 2 puntos sobre el contrario.