Mariola Báez
Avances
Cirugía contra el cáncer: ¿cómo ha evolucionado la terapia pionera en combatir la enfermedad?
En las últimas dos décadas, la técnica quirúrgica ha conseguido resultar menos invasiva
La investigación y los avances técnicos y científicos han supuesto nuevos tratamientos, cada vez más efectivos, a la hora de luchar contra esta enfermedad, que, como recuerda la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la segunda causa de muerte en el mundo.
La radioterapia, los fármacos empleados con efectividad mediante la quimioterapia o los novedosos tratamientos basados en la inmunoterapia, han abierto nuevas vías que han aumentado la esperanza vida y mejorado su calidad en el caso de numerosos enfermos. También la técnica quirúrgica empleada contra el cáncer ha evolucionado, tanto por el grado actual de especialización en la cirugía oncológica, como por los avances logrados en campos diversos, entre los que destaca la robótica.
Como explica la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) muchas de las operaciones que se realizan actualmente para extirpar o reducir un tumor, se llevan a cabo evitando las grandes incisiones que eran imprescindibles hace décadas, consiguiendo, de esta manera, una mejor recuperación postoperatoria y una reducción en las posibles complicaciones
¿Con qué tipos de cirugía se combate el cáncer?
Cada intervención es distinta y requiere un exhaustivo estudio previo que determine las características del tumor (ubicación, desarrollo, tamaño…) y las posibles alternativas terapéuticas que logren erradicar o controlar el cáncer.
Son los médicos oncólogos los que deben determinar si la cirugía es el tratamiento que puede resultar más efectivo, bien como solución única, o aplicada junto a otras opciones como la quimioterapia o la radioterapia.
La cirugía tradicional ha encontrado en la robótica un magnífico aliado a la hora de lograr máxima efectividad para conseguir eliminar un tumor maligno sin dañar los tejidos u órganos sanos próximos a él.
Existen además dos tipos de cirugía que han demostrado su especial eficacia frente a determinados cánceres. La criocirugía es una de ellas. Se basa en la destrucción del tumor por medio del frío, recurriendo al nitrógeno líquido para lograr el objetivo. Se suele utilizar para tratar lesiones premalignas como las que pueden darse en la piel y en el cérvix.
Por otra parte, la cirugía con láser ha supuesto también un avance importante a la hora de eliminar tejido tumoral como el que puede presentarse en la piel, la laringe, el esófago o el cuello del útero. En algunos casos, el láser puede ser también una alternativa de tratamiento paliativo.