Mariola Báez
Avances
Colonoscopia virtual: pros y contras frente a la técnica endoscópica
Cualquiera de ellas es esencial para la detección de enfermedades como el cáncer de colon
La colonoscopia es una prueba médica relativamente sencilla pero esencial, porque permite al médico especialista visualizar el interior del recto, del colon e incluso parte del intestino delgado. La técnica que lo hace posible desde hace unos años consiste en introducir, a través del ano, un colonoscopio, un tubo flexible específico dotado de luz y una cámara para poder observar con precisión el estado de esta zona concreta del organismo. De esta manera, también es posible extraer muestras de tejido.
La colonoscopia tradicional sigue siendo una herramienta esencial en el diagnóstico del cáncer de colon, uno de los más frecuentes y que, tratado a tiempo, tiene un porcentaje de curación del 90%, según datos de la Alianza para la Prevención del Cáncer de Colon (@AlianzaColon).
¿Cómo es la “nueva” colonoscopia?
Los avances en tomografía y diagnóstico por imágenes han hecho posible que la colonoscopia pueda llevarse a cabo utilizando la misma tecnología radiológica que se emplea en la realización de cualquier TAC (Tomografía Axial Computerizada). Como explica la Fundación Española del Aparato Digestivo (@saludigestivo), esta técnica permite hacer una colonoscopia virtual con la que ver el estado del colon sin necesidad de introducir tubo alguno, sino mediante la reconstrucción de imágenes obtenidas en 3D.
Esta colonoscopia implica recibir una mínima radiación (como en cualquier TAC) y requiere la distensión del colon para que las imágenes aporten la máxima información posible. Para lograrlo, suele ser necesaria la insuflación de aire en el intestino grueso y, en ocasiones, la administración de algún contraste específico.
Los dos tipos de colonoscopia son efectivos a la hora de detectar cualquier anomalía en el intestino grueso. Cada una presenta posibles ventajas e inconvenientes. La elección y la preparación específica para cada una de ellas es algo que determina el médico especialista, pero, generalmente, la virtual no requiere la toma de una gran cantidad de laxantes (como ocurre en la convencional) ni la sedación.
La colonoscopia virtual, gracias a la técnica de superposición de imágenes, logra una completa visión del recto y el intestino, resultando muy útil no solo para la detección de posibles anomalías, sino como prueba preparatoria para una posible intervención quirúrgica en la zona. Como “desventaja” hay que señalar que solo permite tomar imágenes, no extraer muestras de tejidos o de algún pólipo que pudiera encontrarse durante la exploración, en cuyo caso sería necesario recurrir, de nuevo, al uso del colonoscopio.