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Investigadores del Instituto de Neurociencias UMH-CSIC, en Alicante, han descubierto una nueva alteración en el cerebro de las personas con Alzheimer. El hallazgo abre la posibilidad de encontrar a corto plazo un buen biomarcador diagnóstico y a largo plazo de intervención terapéutica.
Una de las cuestiones clave es descifrar por qué en el cerebro de las personas con Alzheimer aumenta la producción de beta amiloide, la proteína que produce el efecto tóxico y desencadena la patología. Para tratar de averiguarlo, hasta la fecha se ha centrado la atención en los diferentes fragmentos de la Proteína Precursora Amiloide (APP), pero los resultados han sido muy desesperanzadores, "porque esta proteína se procesa tan rápido que los niveles en el líquido cefalorraquídeo o en el plasma no reflejan lo que ocurre realmente en el cerebro", explica Javier Sáez-Valero, responsable del grupo sobre "Mecanismos moleculares alterados en la enfermedad de Alzheimer y otras demencias" del Instituto de Neurociencias UMH-CSIC, en Alicante.
El doctor Sáez-Valero ha centrado su investigación en la enfermedad de Alzheimer, con enfoques que van desde la terapia al diagnóstico. Forma parte también del CIBERNED, (Instituto de investigación en red que coordina los grupos de investigación básicos y clínicos con interés en enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer).
En su laboratorio han llevado a cabo un abordaje novedoso que se muestra muy prometedor, como explica el doctor Sáez-Valero: "Hemos descubierto que la glicosilación del precursor amiloide en el cerebro de enfermos de Alzheimer está alterada. Y por lo tanto está siendo procesado probablemente de una manera distinta.
La glicosilación consiste en la adición de carbohidratos a una proteína. Este proceso determina el destino de las proteínas a las que se les ha añadido una cadena de glúcidos (glicoproteínas), que en gran parte serán secretadas o formarán parte de la superficie celular, como en el caso de la Proteína Precursora Amiloide. La alteración de este proceso de glicosilación es el origen de diversas patologías.
En el caso concreto del Alzheimer, los resultados del estudio dirigido por Sáez Valero sugieren que la glicosilación alterada podría determinar que la APP se procese por la vía amiloidógena (patológica), dando lugar a la producción de la beta-amiloide, una pequeña proteína con gran tendencia a agruparse formando las placas amiloides características de la enfermedad de Alzheimer.
"Que la glicosilación del precursor amiloide esté alterada nos está indicando que ese precursor amiloide (APP) puede estar yendo a zonas de la membrana de la célula distintas de lo habitual, interaccionar con otras proteínas y por lo tanto ser procesado probablemente de una manera patológica", aclara este experto en la enfermedad de Alzheimer.
Con este nuevo hallazgo del grupo del doctor Sáez-Valero, publicado en la revista Alzheimer's Research & Therapy, "se abre la posibilidad de encontrar a corto plazo un buen biomarcador que sirva para el diagnóstico, analizando la glicosilación de los fragmentos beta-amiloides. Y a más largo plazo de intervenir terapéuticamente".
La otra alternativa es estudiar los fragmentos largos de la APP, "pero se procesan tan rápido que realmente no reflejan nada patológico. Sin embargo, mirando la glicosilación sí hemos visto que, aunque los niveles totales no están alterados, hay una indicación de que la proteína se sintetiza de forma distinta y por lo tanto puede ser procesada de una manera diferente, dando lugar a la cascada tóxica que desencadena la enfermedad de Alzheimer", señala este experto..