Mariola Báez
Avances
Descubierta la conexión entre los gliomas y las enfermedades neurodegenerativas
Mariola Báez
Foto: Bigstock
Martes 18 de febrero de 2020
ACTUALIZADO : Martes 18 de febrero de 2020 a las 9:34 H
6 minutos
El hallazgo abre nuevas vías para el diseño de estrategias terapéuticas frente a este tumor cerebral
Ha sido el grupo de la Unidad Funcional de Investigación de Enfermedades Crónicas del Instituto de Salud Carlos III (@SaludISCIII) el que ha podido establecer esa conexión profundizando en el estudio del glioma, un tipo de tumor poco frecuente y muy agresivo que, además, en determinados casos, es resistente a la quimio y la radioterapia.
El trabajo, realizado en colaboración con profesionales del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Neurodegenerativas (@cibernet), la Asociación Española Contra el Cáncer (@aecc_es), el Centro de Biología Molecular del SCIC y el Hospital 12 de Octubre (@Hospital12deOct), demuestra que la proteína TAU, relacionada con distintas patologías degenerativas que afectan a las funciones cerebrales, está presente también en las células del glioma, algo que supone un primer paso para posibles nuevos tratamientos en ambos campos, el oncológico y el de las enfermedades neurodegenerativas.
¿Qué es el glioma?
Se trata del segundo tipo de tumor cerebral más frecuente y es uno de los más agresivos. Los expertos consideran que factores genéticos, ambientales o infecciosos podrían estar detrás de su desarrollo, aunque su origen exacto sigue siendo indeterminado y probablemente sea el resultado de una combinación de varios factores.
La enfermedad oncológica puede presentarse en cualquier etapa de la vida, siendo más frecuente en la edad adulta. Cefaleas, convulsiones y otros síntomas que pueden percibirse con algo más de dificultad como cansancio, pérdida de fuerza muscular o problemas relacionados con el lenguaje y la visión, pueden ser señales de alerta frente a la presencia de un tumor de este tipo que tiene manifestaciones diversas dependiendo de su ubicación .
La proteína TAU en el centro de las investigaciones
Las conclusiones del reciente estudio, publicadas en Science Translational Medicine arrojan luz sobre el papel de la proteína TAU tanto en el desarrollo del tumor, como en los efectos de su mayor o menor presencia en el desarrollo de determinadas enfermedades neurodegenerativas. En primer lugar, los resultados apuntan a que esta proteína, tradicionalmente relaciona con este tipo de patologías, también está presente en el glioma.
Los resultados señalan que esa presencia regularía la capacidad que tienen las células tumorales para promover la formación de nuevos vasos sanguíneos, algo esencial para que la enfermedad oncológica avance. Explicado de manera sencilla, los datos de los ensayos apuntan a que una mayor presencia de TAU reduce la capacidad de crecimiento y agresión del tumor, mientras que, a medida que éste se hace más maligno, la cantidad de esa proteína disminuye, por lo qu,e la presencia de TAU podría convertirse en un “marcador de buen pronóstico” para las personas afectadas.
Además, un segundo foco de interés radica en que el sistema vascular, que se encarga de hacer llegar el torrente sanguíneo al cerebro, juega un papel determinante en el desarrollo de las enfermedades neurodegenerativas. Si la proteína incide en la formación de nuevos vasos, también podría tener una acción directa o indirecta en la evolución de este conjunto de patologías.
Conocer algo más del conjunto de funciones que realiza la TAU y cómo interviene en la actividad cerebral, y en el desarrollo de los distintos tipos de tumores que afectan al sistema nervioso central, es de vital importancia. Ese conocimiento podría abrir puertas hacia nuevas terapias efectivas en el amplio campo en el que el nuevo estudio se ha centrado con resultados esperanzadores, que podrían tener aplicación en la generación de nuevos fármacos que pudiesen resultar eficaces "imitando" la acción beneficiosa de la proteína.
La complejidad de los tumores cerebrales
Generalmente, el glioma es una alteración en las células que sirven de soporte a las propias neuronas, representando el 60% de las neoplasias que pueden afectar al cerebro. Según su ubicación y su capacidad de desarrollo, son más o menos agresiva, su detección precoz es fundamental a la hora de lograr la eficacia de los distintos tratamientos. Resonancia magnética, para observar cualquier posible daño en el tejido cerebral, análisis de plasma y biopsias que permitan el análisis certero de esos tejidos son algunas de las herramientas básicas para un diagnóstico que permita iniciar, cuanto antes, terapias efectivas a la hora de combatir el tumor.
En el conjunto de esas terapias, los resultados del reciente estudio podrían dar más espacio a los tratamientos farmacológicos con nuevos medicamentos que pudieran “copiar” y provocar los mismo efectos beneficiosos que la proteina TAU parece tener a la hora de frenar el desarrollo del glioma y también el deterioro que provocan las enfermedades neurodegenerativas. Un avance que podría ser el principio para combatir al mismo tiempo distintas patologías de especial prevalencia en la población de más edad.