Teresa Rey
Avances
Un grupo de investigadores prueba un nuevo robot para asistir a personas dependientes
Se llama LARES, es obra de españoles y busca aumentar la autonomía de dependientes y cuidadores
El Grupo de Sistemas Inteligentes (GSI) de la Universidad de Alcalá (GSI-UAH), ha desarrollado LARES, un sistema de teleasistencia basado en un robot conectado a una serie de sensores distribuidos por la casa de la persona que lo utiliza. El desarrollo ha sido posible gracias a la financiación de la Agencia Espacial Europea (ESA), la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y la Iniciativa de Empleo Juvenil del Fondo Social Europeo. La coordinadora del grupo de investigación GSI, María Dolores Rodríguez Moreno, asegura que esta idea ha surgido para ofrecer una alternativa de servicio automatizado a aquellos cuidadores que tienen a su cargo a personas dependientes y lograr que estos sean más autónomos a su vez.
Telesasistencia inteligente
Conscientes de lo que comprende lidiar día a día con la dependencia, y la merma de la calidad de vida de los cuidadores, este grupo decidió centrarse en la creación de un método de telesasistencia inteligente. Su principal característica es que él detecta las emergencias, de modo que si percibe alguna anomalía, él mismo se pone en contacto con los servicios de asistencia. Es decir, el dependiente no tiene que hacer nada.
El robot funciona mediante su conexión a una red de sensores inalámbricos que se tienen que distribuir previamente por las habitaciones de la casa. Gracias a ellos la máquina recibe datos relativos a humedad, temperatura, luminosidad o presencia de otras personas en cada lugar donde se ubican. Mediante una serie de algoritmos de un sistema llamado Machine Learning esta tecnología basada en la inteligencia artificial, aprende patrones de comportamiento del dependiente y si detecta anomalías el robot se desplaza automáticamente hacia donde estas se producen.
Actuación más rápida
El aparato está conectado a los servicios de asistencia de modo que de forma inmediata pueden establecer una conexión de vídeo y audio bidireccional a través de Internet, para que puedan evaluar la situación en tiempo real. De esta manera, las personas dependientes no tienen que hacer acción alguna y se mejora su autonomía. En el caso de que realmente haya ocurrido algo el personal de teleasistencia agilizará las actuaciones a emprender como el hecho de avisar a emergencias antes si es necesario, reduciendo los tiempos de respuesta y por tanto disminuyendo el estrés de familiares y cuidadores.
En la actualidad está en fase de pruebas y actualmente se encuentra en el hogar de dos personas mayores. Por un lado, está en la casa de un hombre de 75 años que vive solo y que sufre una enfermedad que afecta a su sistema motor, de modo que es más susceptible de tener caídas. También lo está probando una mujer de 86 años tiene alzhéimer y aunque un cuidador profesional vive con ella, necesita de cuidados continuos y una supervisión muy estricta.