Mariola Báez
Avances
Implantes activos de oído: una posible solución a la pérdida de audición en el adulto mayor
Se trata de una alternativa, a valorar, cuando los audífonos no dan resultados satisfactorios
Un implante activo de oído medio es un pequeño dispositivo capaz de captar el sonido, amplificarlo y transformarlo para hacerlo llegar, por vibración mecánica, a la cadena de huesecillos que forman el oído medio, o bien directamente al oído interno. El innovador dispositivo es fruto de los avances en medicina, cirugía y tecnología y podría resultar la solución idónea en determinados casos en los que la capacidad auditiva se ha perdido o ha disminuido de forma notable. Cuando por distintos motivos médicos, los tradicionales audífonos no consiguen cumplir su función, se presenta como una alternativa posible que siempre habrá que valorar detenidamente.
¿En qué casos puede ser recomendable? ¿Cómo se realiza el implante?
El doctor Luis Lassaletta, presidente de la Comisión de Otología de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (@SEORLCCC), explica que estos implantes se componen básicamente de: un micrófono, un audioprocesador, una unidad receptora y un transductor. El dispositivo puede implantarse en su totalidad, es decir, que todas sus piezas queden bajo la piel, o bien de manera parcial, dejando alguna de ellas en el exterior.
El especialistas señala que realizar un implante de estas características requiere una compleja cirugía no exenta de riesgos, por lo que, ante una pérdida de audición, se debe recurrir primero a la colocación de audífonos o una a la cirugía reconstructiva convencional, dejando los implantes activos de oído como una tercera opción.
Como explican médicos expertos del Instituto Otorrinolaringología García – Ibáñez (IOGI) de Barcelona, cuando se realiza un implante completo, el dispositivo electrónico queda totalmente oculto bajo la piel. La intervención consiste en colocarlo en la zona ósea de detrás de las orejas y requiere anestesia general. Como ventajas del implante frente al audífono, hay que destacar la mayor calidad del sonido que puede proporcionar debido a que produce una menor distorsión. Para algunas personas, la estética, el hecho de que el dispositivo no sea visible, también es importante.
Los implantes activos pueden resultar efectivos como tratamiento a hipoacusias (pérdida de audición) de orígenes diversos tanto conductivas como de índole neurosensorial. Cada caso es distinto y siempre será el otorrinolaringólogo quien determine su conveniencia frente a otros dispositivos, como los audífonos, o posibles tratamientos.
El estudio previo del estado general de salud de cada paciente y las pruebas previas pertinentes que garanticen el éxito de la intervención son determinantes a la hora de optar por una u otra alternativa, especialmente si se trata de personas mayores que, junto a la pérdida de audición, puedan presentar otras patologías o enfermedades que hicieran desaconsejable la intervención.