Teresa Rey
Avances
Conoce la neuroestimulación y la terapia intratecal para calmar el dolor crónico
Modifican o frenan las estructuras del sistemar nervioso y se indican en dolores crónicos intensos
Las técnicas de neuroestimulación y la terapia intratecal son métodos de neuromodulación que se utilizan para combatir el dolor. En España no son muy conocidas, aún falta formación entre los profesionales y no toda la población tiene acceso a ellas. La Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor (Sedar) ha organizado unas jornadas para dar a conocer estos procedimientos entre los pacientes y animar a los expertos a adentrarse en su conocimiento. Su aplicación puede ayudar a las personas con determinados tipos de dolor, pero en nuestro país están infrautilizados si comparamos su uso con otros lugares como Bélgica, Reino Unido o Alemania, apunta el doctor David Abejón, jefe de la Unidad de Dolor del Hospital Universitario Quirón.
Mejor calidad de vida
La neuroestimulación y la terapia intratecal pueden modificar o frenar las estructuras del sistema nervioso central o periférico, para que la percepción dolorosa disminuya conscientemente y de forma duradera. Se utilizan principalmente en personas que se han sometido a una intervención de espalda con resultados negativos, y en distintos tipos de dolor: neuropático (por una disfunción del sistema nervioso), vascular, oncológico y espasticidad (trastornos motores del sistema nervioso que afectan a los músculos). En definitiva, son tratamientos que se indican en aquellos pacientes con dolores crónicos intensos que no responden a los tratamientos analgésicos más conservadores.
En pacientes previamente seleccionados, el uso de estos métodos implica una mayor calidad de vida a largo plazo. También se beneficia colateralmente a la sociedad, pues se consigue un mayor ahorro en técnicas y pruebas diagnósticas, indican desde la Sedar.
Aplicaciones
La neuroestimulación se basa en la estimulación medular eléctrica y es aplicable en personas con síndrome postlaminectomía lumbar (dolor en la espalda tras una cirugía), o bien los pacientes con síndrome de dolor regional complejo.
La terapia intratecal consiste específicamente en la colocación de un catéter en el espacio intratecal o intradural, cercano a la médula espinal. Este dispositivo se conecta a una bomba subcutánea a través de la cual se introduce de forma continuada un analgésico. “Hasta el momento se usaba morfina, pero ahora las guías clínicas internacionales están empleando otro fármaco, el ziconotide”, ha aclarado el doctor Hermann Ribera, secretario de la Sección de Dolor Agudo y Crónico de la Sedar.
La utilización de este método está aumentado en nuestro país y el resto del mundo, por “su elevada eficacia y el balance positivo entre el coste y el beneficio, hecho cada vez más evidente en la literatura científica”. Los expertos aseguran que es una terapia con buenos resultados en el dolor de alta complejidad, aunque en España no todos los pacientes tienen acceso a estos métodos de forma igualitaria, presentándose diferencias de una comunidad a otra e incluso dentro de una misma ciudad.