Teresa Rey
Avances
Las plataformas genómicas están ayudando a la toma de decisiones en el cáncer de mama
Permiten una mayor precisión en los tratamientos y determinar los subtipos en algunos casos
Dentro de la tendencia de la aplicación de terapias personalizadas en el abordaje oncológico, las plataformas genómicas llevan un tiempo empleándose en el cáncer de mama. Su aplicación ayuda a la clasificación de este tumor y a ser más precisos en los tratamientos, logrando así que sean menos agresivos. Algunos expertos aseguran que estas herramientas están teniendo un papel cada vez más importante en lo que se refiere a la toma de decisiones en la paciente con este tumor.
Evitar la quimioterapia
El grupo académico de investigación clínica en cáncer de mama SOLTI (@_SOLTI) ha organizado un Scientific Outreach, que bajo el título “Hacia la Medicina de Precisión en cáncer de mama”, ha versado sobre estos avances. En el marco de este encuentro, el doctor Joaquín Gavilá, de la Fundación Instituto Valenciano de Oncología, “pueden evitar la administración de quimioterapia adyuvante en más del 40% de los casos”. Y en la enfermedad avanzada ayudan a identificar mutaciones en algunos genes muy infrecuentes, que suelen darse en subgrupos muy pequeños, pero que si se detectan pueden facilitar la utilización de terapias específicas para dicha alteración genómica.
Hasta la fecha se ha demostrado la eficacia de tres plataformas genómicas en la enfermedad precoz, tanto antes como después de la cirugía: Mammaprint, Oncotype y PAM50.
Los dos de los que se tiene más experiencia en la clínica, Mammaprint y Oncotype, permiten evitar la quimioterapia en un alto porcentaje de casos. Ambos no son exactamente iguales, pues el número y tipo de genes no son los mismos, no obstante según los especialistas en este caso lo interesante son los resultados.
Clasificación por subtipos
En el caso de que el cáncer de mama se encuentre en un estado avanzado, la tendencia es tratar de clasificarlo en distintos subtipos, ya que esto favorece seleccionar la mejor opción de tratamiento al determinar de forma precisa las características del tumor. Esto implica que los tratamientos sean menos agresivos o tóxicos. Por ejemplo, si se detecta que el cáncer es del subtipo HER2 positivo, algo que suele suceder en el 20% de todos los cánceres de mama, se sabrá que se tiene que aplicar una terapia concreta y resultará menos perjudicial en su conjunto para la paciente.
En este sentido, se ha hablado de la experiencia del estudio Agata del grupo SOLTI, que ha posibilitado establecer tratamientos dirigidos a varios pacientes tras el análisis sistemático de un conjunto de genes relacionados con el cáncer de mama.
Desde el punto de vista del doctor Juan Miguel Cejalvo, del Hospital Clínico Universitario de Valencia, también presente en esta reunión científica, el objetivo de estos eventos y de los investigadores y profesionales de la salud en general, es buscar las mejores aplicaciones de las nuevas fórmulas que se van investigando. Siempre se tiende a prescribir los tratamientos menos agresivos, y por otro lado, se pretende “identificar a aquellas pacientes con mayor riesgo de recidiva para ofrecerles nuevas terapias que pudieran cambiar su pronóstico”.