Teresa Rey
Avances
Qué es la protonoterapia o el uso de protones contra el cáncer
Consiste en la utilización de radiación mediante protones extraídos de moléculas de hidrógeno
Dentro de los distintos tratamientos que hay para tratar el cáncer, se encuentra un método llamado protonoterapia o terapia con protones. Como su propio nombre indica, consiste en la utilización de radiación mediante protones extraídos de moléculas de hidrogeno y ofrece una mayor precisión en el abordaje. De esta manera, se minimiza el daño de los órganos y los tejidos circundantes, aseguran desde la Clínica Universidad de Navarra (@ClinicaNavarra) .
Más específica
Es una técnica novedosa que, según indican distintos expertos, está ofreciendo resultados muy prometedores, pues apenas presenta efectos secundarios. Sobre todo, en algunos tipos de tumores como el melanoma ocular, cánceres de la base del cráneo, cerebrales, de cabeza y cuello, linfomas, sarcomas espinales y peritoneales, y cánceres pediátricos. También se está investigando la posibilidad de usarlo en otros casos, como el cáncer de mama, pulmón, próstata y ginecológico, entre otros.
Es una técnica que, al ser más precisa, aplica una dosis mayor y más específica sobre el tejido tumoral y en los cánceres citados ha demostrado más eficacia, explican desde Quirónsalud (@quironsalud).
Primero, por medio de un TAC, se visualiza el interior del paciente y se delimita donde se debe actuar para atacar el tumor. Después, el sistema emplea protones obtenidos de moléculas de hidrógeno, que se introducen en un acelerador de partículas que, a continuación, los dirige hacia la zona concreta a tratar, pero a una velocidad adecuada.
Tumores de difícil acceso
El propio mecanismo de la protonoterapia lo convierte en una alternativa apta para tumores a los que es difícil acceder o que a su alrededor poseen estructuras y órganos esenciales que están en buen estado y que es necesario mantener. Hay que tener en cuenta que se trata, además, de un método muy exacto, ya que los protones no se desvían.
La máquina empleada posee un brazo articulado sobre el que se coloca una camilla y que ubicará al paciente de la forma más adecuada para empezar a recibir el tratamiento. De hecho, la tecnología empleada permite que pueda girar 360 grados sobre el paciente, de modo que es posible emitir el haz de protones desde cualquier ángulo.
Según explican los expertos, esta innovación es positiva para personas mayores que tienen algún cáncer y otras patologías como diabetes, colesterol, hipertensión o una enfermedad renal, ya que los tejidos dañados de forma crónica no sufrirán el impacto de los protones. También se recomienda en el caso de los niños pues, al minimizar las secuelas, el desarrollo de estos se ve menos afectado.