Teresa Rey
Avances
Todos los tratamientos que hay en la actualidad para la pérdida de audición
Las diferentes opciones mejoran en gran medida la calidad de vida de quien sufre esta carencia
Hoy en día la pérdida de audición en personas mayores está sujeta a distintas posibilidades de tratamiento. Además, es un campo abierto en el que se sigue investigando, lo que a la par permite nuevos hallazgos que aumentan la calidad de vida de los pacientes afectados por los trastornos auditivos. Cuando se experimenta este problema no hay que esperar, es importante que ante una carencia de este tipo acudamos al especialista para así evitar los inconvenientes que en la comunicación y otros ámbitos nos puede ocasionar.
El tratamiento siempre se tiene que adecuar a la pérdida de audición que presente cada persona. Esto nos lo indicará el experto, pero en la actualidad, estos que indicamos a continuación son los más empleados.
Audífonos
Los audífonos modernos son muy variados y versátiles. Son electrónicos y se ubican tras la oreja. Su mecanismo permite que los sonidos se escuchen con más fuerza, lo que se nota bastante al principio, aunque para ello los expertos nos indicarán cómo se pueden ajustar y cómo acostumbrarnos a ellos. Lo más probable es que tengamos que ir probando distintos modelos hasta encontrar el que nos resulte más cómodo.
Estos aparatos están formados por tres partes básicas: un micrófono, un amplificador y una bocina. Reciben los sonidos por medio de un micrófono que convierte las ondas sonoras en señales eléctricas, estas se transmiten a un amplificador que aumenta su fuerza y alcance, y al oído llegan gracias a la bocina. En general, permiten oír mucho mejor en ambientes ruidosos y silenciosos, y escuchar con claridad.
Hay muchos tipos de audífonos, de modo que el otorrinolaringólogo es el que nos recomendará la mejor opción en cada caso.
Tenemos los retroauriculares o Behind the ear (BTE), que se usan en pérdidas de audición de moderadas hasta profundas. Se ubican detrás de la oreja y se conectan a un molde con la forma de esta, que se puede situar dentro del oído externo. Los nuevos modelos poseen un tubillo estrecho que se introduce en el canal auditivo y permite que este permanezca abierto, por eso se les llama de adaptación abierta.
A continuación están los intrauriculares o In the ear (ITE), que van colocados en el oído externo y también se emplean en pérdidas de leves a severas. En algunos casos, incorporan un tecnología de precisión conocida como sistema de bobina telefónica o telecoil, que permite al usuario recibir sonidos a través de los circuitos del audífono en lugar del micrófono, lo que hace que sea más sencillo escuchar por ejemplo conversaciones telefónicas. Al mismo tiempo ayuda a oír mejor en los lugares públicos que incorporan sistemas especiales de sonido de bucle de inducción, presentes en iglesias, escuelas, aeropuertos y auditorios.
Por último, están los audífonos de canal auditivo que presentan en varios modelos: In the Canal (ITC) o Complete in Canal (CIC), y son para casos de leves a moderadamente severos. Su tamaño es bastante pequeño, lo que entraña algunas dificultades al quitarlos o ajustarlos, y no se recomienda cuando el problema es muy acusado.
Implantes cocleares
Los implantes cocleares se colocan en el oído interno a través de cirugía, y dan sensación de sonidos a personas sordas o con problemas de audición graves. Estos aparatos están formados por una sección externa detrás de la oreja y otra que se sitúa bajo la piel por medio de una operación. Incorpora un micrófono que recoge los sonidos del ambiente, un procesador del habla, un transmisor que recibe las señales del procesador y las convierten en impulsos eléctricos, y una serie de electrodos que envían dichos impulsos a las diferentes regiones del nervio auditivo.
No suponen la recuperación de la sordera, pero si hacen que la persona con este problema consiga una representación útil de los sonidos que le rodean y le ayuden a comprender el habla.
Medicamento para la cóclea
Dentro de los últimos avances que se han producido en este campo cabe destacar lo que ha logrado un grupo de investigadores de la Universidad del Sur de California y de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos. Se trata de un tratamiento experimental aún en desarrollo, pero que podría solucionar la merma de audición. Se están centrando en administrar un medicamento dirigido a los nervios y las células afectadas de la cóclea, ubicada en el oído interno y donde las células sensibles transmiten el sonido al cerebro.
La novedad radica en que los científicos han logrado que el fármaco permanezca fijo en esta zona del oído y que cumpla su misión. Algo muy complicado pues en esta parte fluye un líquido de forma constante que arrastra los medicamentos disueltos, sin embargo, este enfoque ha superado dicho contratiempo, tal y como ha matizado Charles E. McKenna, uno de los autores del estudio.
De momento, las pruebas solo se han realizado sobre tejidos animales y no se ha experimentado ni en animales vivos ni en humanos. Pero los investigadores son optimistas y creen que los resultados serán positivos en la siguiente fase, que ya están preparando y que van a probar en animales con vida.