Mariola Báez
Avances
Terapia fotodinámica, aplicaciones en dermatología y en el tratamiento del cáncer de piel
Conseguir que un haz de luz específico y dirigido logre destruir las células dañadas es el objetivo
Como explica la Fundación Piel Sana (@pielsana_aedv), la terapia fotodinámica intralesional es una técnica poco invasiva que está resultando eficaz a la hora de tratar distintas afecciones relativas a la piel, incluyendo algunos tipos específicos de cáncer.
Aunque cada lesión cutánea es distinta, la base de esta terapia consiste en la aplicación de una sustancia fotosensibilizante en aquellas zonas donde se concentran células que presentan patologías diversas. La idea es que esas sustancias, generalmente ácido aminolevulínico (ALA), sean absorbidas por la piel y lleguen a las células dañadas para que, posteriormente, con ayuda de un haz de luz determinado, con una longitud de onda específica, puedan ser destruidas sin alcanzar a las células sanas.
Los primeros resultados de esta novedosa terapia, llevada a cabo generalmente con anestesia local y sin hospitalización previa o posterior, han demostrado su eficacia en algunos tratamientos medico estéticos, como, por ejemplo, en el caso de la queratosis seborreica. Además, ya se utiliza, también, como tratamiento en otras enfermedades de carácter inflamatorio o tumoral.
Cómo se aplica
Como señalan médicos de la clínica Universidad de Navarra (@ClinicaNavarra) el tratamiento fotodinámico consiste en la aplicar el fotosensibilizante, normalmente en forma de crema, sobre el área de piel a tratar, cubriéndolo con un apósito para que pueda absorberse mejor y por un tiempo no inferior a tres horas (en las que el paciente podrá hacer vida normal). Pasado este tiempo, se procede a aplicar la luz durante unos 10 minutos. Según la lesión a tratar, pueden ser necesarias varias sesiones y tras ellas, es normal la aparición de irritación, picor, inflamación o la formación de costras que se desprenderán pasados unos días.
Las aplicaciones de este tipo de tratamientos son variadas, pudiendo resultar efectivos, tanto para tratar lesiones superficiales, entre ellas cicatrices queloideas o manchas derivadas del fotoenvejecimiento cutáneo, como lesiones propias de enfermedades más graves, que tienen su origen en alteraciones a nivel celular.
Entre estos últimos, la terapia fotodinámica está dando buenos resultados en el caso del carcinoma de células de basales, uno de los cánceres de piel más comunes que, como señala la Asociación Española Contra el Cáncer (@aecc_es) está aumentando en cuanto a incidencia en un 10% anual, apareciendo con mayor frecuencia en aquellas zonas con mayor exposición al sol: cuero cabelludo, rostro, hombros y espalda.