Zora, el robot que acompaña a niños y mayores

Pocos pensarían al verlo que Zora, el robot inteligente que cuida a niños y personas mayores, no es más que un  juguete o uno de esos intentos fallidos de la tecnología japonesa por hacer robots cada vez vez más humanos. Nada más lejos de la realidad, aunque lo de ser humano se acerca bastante a la definición de este adelanto tecnológico. Zora llegó hace más de tres años y en este tiempo se ha ido ganando a cada vez más personas mayores, que lo ven como un elemento de cuidado y acompañamiento.

Funciones de Zora

Y es que Zora no se limita a obedecer la programación a la que lo someta su dueño, sino que propone juegos, ejercicios físicos y hasta emite palabras para charlar con la persona que acompaña. Normalmente es dirigido por un enfermero que mediante control remoto hace que el robot interactúe con la persona, ya que al registrar este las palabras en un ordenador, Zora las repetirá de manera exacta.

Hay que aclarar que Zora aún no es un enfermero ni un asistente, no tiene capacidades médicas como tomar la tensión arterial o las pulsaciones, ni es capaz de llevar a cabo tareas domésticas. Se trata de un acompañante que mantendrá a la persona dependiente entretenida y conectada con unos profesionales por si necesitan ayuda de cualquier tipo.

Francia ya ha empezado a probarlo en algunas residencias para personas mayores, con la intención de evaluar su utilidad. Pero según Zorabots –la empresa belga que los comercializa–, son Estados Unidos y algunos países asiáticos quienes se han hecho con más ejemplares de cara a darles uso en hospitales y residencias. Como todo producto tecnológico, Zora irá evolucionando, pero de momento es un paso para mitigar la soledad de muchas personas de edad avanzada. Las Naciones Unidas ya han advertido del rápido aumento de mayores de 60 años, que en el año 2050 alcanzarán la cifra de 2.100 millones de personas.