Ayudas para mayores: que la edad no sea una barrera

Con el tiempo vamos adaptando nuestro hogar para hacerlo más accesible, más cómodo y evitar situaciones de riesgo que podrían originar caídas leves o accidentes más graves. Y es que, a medida que nos hacemos mayores, nuestras capacidades físicas van menguando, es inevitable, y nos encontramos en que cada día nos cuesta un poco más realizar tareas tan básicas como leer, escribir o simplemente caminar.

Existen ciertas ayudas que nos permiten hacer estas actividades de manera más fácil cuando se presentan dificultades. Incorporarlas a nuestra vida diaria hará que nada nos pare.

A la hora de leer

En ocasiones mantener en alto los brazos para sujetar un libro, o incluso una revista o periódico que pesan menos, puede convertirse en un gran esfuerzo, ya no solo por el peso, sino también por el dolor que puede causar una artrosis, por ejemplo. También, puede darse el caso de tener dificultades para leer debido a problemas de vista. Existen diferentes artículos que, en este sentido, pueden ayudar:

• Atril de lectura: existen varios modelos, pero todos ellos han de ser suficientemente firmes para poder colocar el libro en la mejor posición. Los hay que se ajustan sobre la mesa o en el regazo y también los de pie, similares a los que utilizan los músicos, son muy cómodos y, además, se pueden ajustar a la altura deseada y adaptar su inclinación.

• Lupa: en el caso de tener que leer texto con letra pequeña, la lupa puede ayudar. Las hay de diferentes tamaños, unas para coger con la mano, otras son de pie y otras se pueden ajustar a la pared y son articuladas. Además, según el modelo, incorporan luz. Antes de hacerse con una lupa, es importante consultar con el médico qué opción es la más apropiada y no abusar de su uso, pues podría dañar la visión.

• Iluminación: a la hora de leer o realizar cualquier trabajo que requiera fijar la vista, como pueden ser trabajos de marquetería, modelismo o labores, es importante tener una buena iluminación. Las lámparas de mesa tienen la ventaja de ser regulables y disponen de un interruptor al que es fácil acceder.

A la hora de escribir

También pueden aparecer dificultades a la hora de escribir, ya sea por la pérdida de movilidad, problemas al sujetar el bolígrafo, temblores en las manos, etc. Algunas de estas dificultades tienen fácil solución, otras, por el contrario, son más difíciles de solventar. Lo importante es encontrar la manera más cómoda para hacerlo y, en este sentido, tanto la silla como la mesa juegan también un papel importante.

• Silla: busca una silla que sea cómoda y que pueda arrimarse bien a la mesa para que los antebrazos puedan apoyarse bien sobre ella.

• Papel: es mejor escribir en un cuaderno grande que hacerlo en hojas sueltas, pues estas se pueden mover al deslizar la mano sobre el papel.

• Bolígrafos, marcadores y lápices: lo mejor es que sean gruesos tanto en el trazo, para poder leer fácilmente lo que se escribe, como a la hora de cogerlos, pues los demasiado finos no se sienten tan bien entre los dedos. Por otro lado, los marcadores para subrayar es mejor que sean de fibra ya que el trazo es más visible y requieren hacer menos presión que los bolígrafos o los lápices.

A la hora de caminar

Existen diferentes ayudas para caminar, desde el típico bastón hasta el caminador, cada una de ellas con sus características y recomendaciones. Lo importante es usarlos son prejuicios, sin vergüenza y con la total convicción de que son una buena ayuda para no pararnos.

• Bastón: hay bastones de muchos tipos y materiales adaptables en altura y con diferentes formas de empuñadura. Es importante que tenga un tope de goma en su base para evitar que se deslice en el suelo y mantenerla siempre limpia. Además, esta goma ha de ser lo más grande posible para tener un buen apoyo. En la empuñadura, una correa, un lazo elástico o una cuerda que se pueda ajustar a la muñeca evitará que caiga al suelo y permitirá tener las manos libre a la hora de abrir una puerta o agarrarse a la barandilla. Es interesante colocar un gancho en la mesa para poder dejar el bastón y tenerlo siempre a mano sin riesgo a que acabe en el suelo.

• Caminador: es una ayuda interesante cuando los problemas de movilidad son mayores, no solo por la edad, también fruto de una lesión o una cirugía en la pierna. Los hay con ruedas, con un pequeño asiento para descansar, algunos tienen frenos e incluso un pequeño cesto para depositar las cosas. Es importante que se pliegue con facilidad para poderlo transportar bien allí donde se vaya.

Ante cualquier dificultad a la hora de realizar una tarea, siempre es mejor buscar ayuda y poder hacerla por nosotros mismos. Esto nos permitirá seguir avanzando.