Según un estudio realizado por el investigador de la Universidad Rey Juan Carlos, Domingo Palacios, y titulado Comportamientos sexuales entre adultos mayores en España y publicado por la revista científica Wiley Online Library, en nuestro país tan sólo son sexualmente activos el 62,3 % de los hombres mayores de 65 años y respecto a las mujeres el porcentaje es aún menor, tan sólo el 37,4 %. Los motivos de este descenso en la actividad se ha buscado tradicionalmente en causas como la mayor presencia de enfermedades crónicas, la soledad e incluso la convicción en algunas personas de que alcanzada cierta edad resulta ridículo plantearse estos temas.
Sin embargo, numerosos estudios no sólo desmienten estos motivos sino que, por el contrario, ponen de manifiesto los muchos beneficios que practicar el sexo aportan a las personas mayores.
En el estudio realizado en el Reino Unido por los especialistas de las universidades de Oxford y Conventry Hayley Wright y Rebecca Jenks, Sexo en el cerebro! Asociaciones entre la actividad sexual y la función cognitiva en la edad avanzada, los autores llegan a la conclusión de que “el mantenimiento de una vida sexual saludable en la edad avanzada podría ser fundamental para mejorar la función cognitiva y el bienestar”. Y los mismos autores, en otro de sus trabajos publicado en The Journals of Gerontology aseguran que “la actividad sexual frecuente favorece las habilidades cognitivas específicas en adultos mayores”.
Por otra parte, hace ya dos décadas que los doctores David Weeks y Jamie James, en su libro Superjoven: La forma comprobada de mantenerse joven para siempre, explicaron que las relaciones sexuales, unidas al ejercicio físico y mental, son fundamentales para reforzar la sensación de juventud, o lo que es lo mismo, retrasar el proceso mental del envejecimiento. El propio Weeks, que fuera jefe del área de psicología para adultos mayores en el Royal Edinburgh Hospital, declaró en 2013 a The Telegraph que los mayores que practican el sexo con asiduidad liberan la hormona del crecimiento y en consecuencia pueden llegar a aparentar, de media, siete años menos de los que cronológicamente tienen.
Menos depresiones y problemas protáticos
Por si fuera poco, en un estudio publicado en Irlanda sobre el mismo tema publicado el año 2017 por investigadores del Trinity College de Dublin, se asegura que “los adultos sexualmente activos tienden a ser más positivos en sus percepciones del envejecimiento. Es menos probable que se consideren viejos y menos propensos a creer que el envejecimiento tiene consecuencias negativas”. Y sostiene también que “la actividad sexual está relacionada con la salud; aquellos que se consideran en mejor estado de salud tienen más probabilidades de ser sexualmente activos, así como aquellos sin afecciones o discapacidades a largo plazo, y aquellos con menos síntomas depresivos”.
Más beneficios del sexo en los mayores. En el estudio Frecuencia de eyaculación y riesgo de cáncer de próstata publicado en European Urology por la doctora Jennifer Jinete en 2016 se dice expresamente que “descubrimos que los hombres que tienen una frecuencia de eyaculación mayor en comparación con una menor en la edad adulta tienen menos probabilidades de ser diagnosticados posteriormente con cáncer de próstata”. En el trabajo se asegura que un número regular de eyaculaciones reduce el riesgo de este tipo de cáncer y que esta reducción es más notoria en los hombres de más edad.
Felicidad y satisfacción matrimonial
El sexo también beneficia a las relaciones de pareja. Adena Galinsky y Linda Waite, de la Universidad de Chicago, publicaron en 2014 un artículo titulado Actividad sexual y salud psicológica como mediadores de la relación entre la salud física y la calidad marital, en el que llegaban a la conclusión de que el sexo favorece un mayor nivel de satisfacción matrimonial en ambos miembros de la pareja. En el mismo sentido, un trabajo realizado por la Sociedad Gerontológica de los Estados Unidos concluye que el sexo es un factor muy significativo en el grado de felicidad de las personas mayores y cuantifica que el 60% de los mayores de 65 años que mantienen relaciones sexuales al menos una vez al mes se declararon muy felices con su vida en general mientras que en los que no mantuvieron sexo en el último año el porcentaje de mayores felices descendía hasta el 40%.
Una excepción
Pero no hay regla sin excepción. En este caso la excepción a los beneficios que proporciona practicar sexo avanzada edad es el corazón. Un estudio de 2016 publicado en el Journal of Health and Social Behavior y dirigido por la doctora Hui Liu, de la Universidad Estatal de Michigan, asegura que a pesar de este tipo de prácticas reduce el riesgo de padecer hipertensión, “la sexualidad está asociada con el riesgo cardiovascular entre hombres y mujeres mayores”.