Mariola Báez
Salud
Los múltiples beneficios que obtiene una persona mayor cuando escribe a mano
Escribir es todo un ejercicio físico y mental que ayuda a mantener las capacidades cognitivas
Un gesto aparentemente tan sencillo como es coger un lápiz o bolígrafo y un papel, para plasmar en él una líneas de tu puño y letra, es un proceso complejo. Implica poner en marcha una serie de funciones cognitivas que juntas consiguen dar forma al lenguaje, a la expresión de ideas y sentimientos, esa gran capacidad humana que nos diferencia de los animales.
Frente al avance de las nuevas tecnologías, la escritura manual parece que se va perdiendo peso, pero los psicólogos recuerdan que moldear cada letra sobre el papel no solo es un proceso mental sino, además, una manera de trabajar la psicomotricidad de nuestras manos, especialmente, de nuestros dedos.
¿Qué capacidades ayuda a desarrollar el hecho de escribir a mano?
Son más de las que imaginas, porque la estimulación cerebral que supone la lecto – escritura hace que se activen capacidades muy distintas, desde la propia creatividad, hasta la memoria. En este sentido, la Fundación Reina Sofía (@Fund_CIEN), explica que la alteración en el lenguaje es uno de los síntomas característicos de la enfermedad de Alzheimer y que ejercicios de escritura, como un dictado, la copia de unas pocas frases o la práctica de la propia firma, son técnicas que pueden trabajarse en casa y que aportarán beneficios importantes a la hora de frenar el deterioro cognitivo.
Motivos para coger lápiz y papel y ponerte manos a la obra, recuperando el arte casi olvidado de escribir una bonita carta (o una menos bonita lista de la compra) va a poner en marcha capacidades fundamentales como:
- Actividad motora. Escribir es un sencillo ejercicio con el que mantener o incrementar la agilidad de tu propia mano y la de tus dedos, algo especialmente importante si existen enfermedades reumáticas como la artritis o la artrosis que afecten a las articulaciones de la mano. Trabajar la caligrafía implica esforzarte para que los dedos controlen el bolígrafo y las letras queden como tú quieres.
- Capacidad visual. Miras atentamente tu escrito fijándote, sin darte cuenta, en multitud de pequeños detalles: la líneas rectas, las letras de un tamaño similar, los párrafos organizados… todo eso ya puede hacerlo un ordenador, de ahí que la escritura manual implique un mayor trabajo y, también, un mayor beneficio.
- Capacidades cognitivas. Concentración, razonamiento, lógica… escribir una frase requiere primero pensar lo que quieres decir, “procesando” previamente una información, unas ideas. También exige estructurar ese pensamiento en tu mente de una manera ordenada, recordando algún detalle que, quizá, querías incluir en tu escrito y, además, volver a leer, para comprobar que el papel refleja lo que tú querías decir… todo esto se traduce en una actividad neuronal intensa que pone a trabajar tu cerebro a fondo.
A todos estos beneficios hay que sumar los psicológicos. Escribir implica una actividad creativa, que en muchos casos ayuda a liberar estrés. Sirve para expresar ideas o sentimientos que pueden ser difíciles de expresar con el lenguaje oral y por si todo esto fuese poco, contemplar lo bien que ha quedado tu escrito, favorece la autoestima.