Bisoprolol: qué es, cuándo puede administrarse y efectos secundarios

El Bisoprolol, tal como se especifica en su prospecto, "ralentiza el latido del corazón y hace que este sea más eficaz, al bombear sangre por todo el organismo". Además, "reduce la demanda de oxígeno y el suministro de sangre del corazón". Este medicamento se emplea para tratar la tensión arterial elevada (hipertensión), la angina de pecho o la insuficiencia cardiaca crónica estable.

Este fármaco pertenece a un grupo llamado betabloqueantes, es decir, que actúa afectando a la respuesta del organismo a algunos impulsos nerviosos, especialmente en el corazón. Su principio activo es el que le da nombre.

Dosis y tratamiento de Bisoprolol

Habitualmente, el tratamiento con Bisoprolol es a largo plazo. Por ello requiere una vigilancia regular por un médico, así como seguir estrictamente las indicaciones del profesional para su administración.

En cuanto a la dosis, esta es específica en cada uno de los pacientes, siendo ajustada de manera individual. Dependiendo de la afección para la que se tome el medicamento, el máximo de dosis diaria varía entre los 10 y los 20 mg.

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) indica que en caso de sobredosis o ingestión accidental se debe consultar inmediatamente a un médico o farmacéutico, o llamar al Servicio de Información Toxicológica (teléfono 91 562 04 20), indicando el medicamento y la cantidad ingerida.

En caso de haber olvidado tomar el medicamento, no se debe ingerir una dosis doble para compensar las dosis olvidadas. Por otra parte, el tratamiento no debe interrumpirse repentinamente, especialmente en pacientes con insuficiencia cardiaca sistémica. Normalmente, si se está considerando interrumpir el tratamiento el médico aconsejará que se disminuya la dosis gradualmente. 

Advertencias y precauciones

La AEMPS especifica no tomar Bisoprolol en caso de tener alergia a algún componente del medicamento (bisoprolol, celulosa microcristalina, sílice coloidal anhidra, croscarmelosa sódica, carboximetilalmidón sódico (tipo A) (de patata) y estearato de magnesio), en caso de tener asma grave, problemas circulatorios graves en las extremidades (como el síndrome de Raynaud), feocromocitoma (un tumor de la gándula adrenal), acidosis metabólica, insuficiencia cardiaca aguda, empeoramiento de la insuficiencia cardiaca que requiera una inyección intravenosa de medicamentos, presión arterial baja (o cualquier afección que produzca una frecuencia cardiaca muy lenta o pulso irregualr), o shock cardiogénico.

Asimismo, la Agencia recuerda que se debe consultar con un médico o farmacéutico antes de comenzar el tratamiento con este medicamento en los siguientes casos:

• Diabetes
• Ayuno estricto
• Enfermedades del corazón tales como trastornos del ritmo cardiaco, o dolor en el pecho grave en reposo (angina de Prinzmetal)
• Problemas del riñón o del hígado
• Problemas circulatorios menos graves en las extremidades
• Enfermedad pulmonar crónica o asma menos grave
• Antecedentes de erupción cutánea escamosa (psoriasis)
• Trastorno tiroideo

De igual manera, se debe informar al médico en caso de seguir un tratamiento de desensiblización (uno de los tratamientos disponibles para inducir tolerancia temporal o sostenida mediante la administración de dosis repetidas del alérgeno que causa problemas al paciente) o en caso de anestesia. También se debe informar en caso de que se haya tomado alguna medicación recientemente o se pudiera tener que tomar cualquier otro medicamento.

Efectos secundarios

Los efectos más frecuentes (afectan a 1 de cada 10 personas) son:

-Cansancio, debilidad, mareos, dolor de cabeza

-Sensación de frío o entumecimiento en manos o pies

-Presión arterial baja

-Problemas del estómago o intestinales tales como náuseas, vómitos, diarrea o estreñimiento

Los efectos poco frecuentes (afectan a 1 de cada 100 personas) son:

-Alteraciones del sueño

-Depresión

-Mareos al estar de pie

-Problemas respiratorios en pacientes con asma o enfermedad respiratoria crónica

-Debilidad muscular y/o calambres musculares

Si se experimenta cualquier tipo de efecto adverso, incluso alguno que no aparezca en la lista completa de efectos adversos, se debe consultar a un médico o farmacéutico. Después, también se pueden comunicar a través del Sistema Español de Farmacovigilancia de Medicamentos de Uso Humano para contribuir a proporcionar más información sobre la seguridad del medicamento.

La Agencia Española de Medicamentos y el Punto SIGRE

La Agencia Española de los Medicamentos y Productos Sanitarios en su página web dispone de un buscador muy útil para obtener información clara y fiable sobre cualquier otro medicamento. Solo introduciendo el nombre aparece la forma y gramaje del medicamento, el laboratorio que lo fabrica, el nº de registro, la ficha técnica, el prospecto y notas si hay alguna alerta sanitaria sobre ese medicamento.

Igualmente, justo debajo del buscador hay unos paneles que indican los medicamentos en este momento tienen problemas de suministro, aquellos que han sido autorizados recientemente, así como actualizaciones y notas de seguridad. 

La AEMPS también recuerda que los medicamentos no se deben tirar por los desagües ni a la basura. Tanto los envases como los medicamentos mismos si están caducados deben depositarse en el Punto SIGRE de la farmacia. En caso de duda se recomienda preguntar al personal de farmacia sobre cómo deshacerse de los envases y de los medicamentos que no se necesitan. De esta forma, se ayuda a proteger el medio ambiente.