¿El blanqueamiento dental estropea el esmalte?

Con los años nuestros dientes pierden brillo debido a la erosión natural, lo que sumado a la ingesta de algunos alimentos como vino, café, té o tabaco, hacen que los dientes pierdan su color y se oscurezcan. El blanqueamiento es uno de los tratamientos dentales más demandados, pero existen multitud de mitos al respecto que vamos a tratar de desmontar y aclarar.

• Estropea el esmalte dental: seguro que hemos oído muchas veces esta frase, sin embargo, hemos de decir que no es cierta. El gel utilizado para el blanqueamiento únicamente aclara los pigmentos que oscurecen los dientes.
• Dura para siempre: aunque dura bastante tiempo, entre 1 y 3 años, dependerá de factores como los hábitos, la alimentación y el cuidado que les demos a nuestros dientes.
• Aumenta la sensibilidad dental: los días posteriores al blanqueamiento suele notarse cierta sensibilidad, pero lo normal es que vaya desapareciendo con los días.
• Debilita los dientes: esta afirmación es falsa. Los materiales que se utilizan no afectan a la estructura de los dientes ya que no es abrasivo, con lo cual nuestra dentadura no se verá debilitada.
• Apto para todos: es relativamente cierto. Las personas a las que no se recomienda es a mujeres embarazadas, niños menores de 15 años cuyo esmalte se está formando aún, personas con enfermedad periodontal o con muchas restauraciones, personas alérgicas a los productos que se utilizan durante el blanqueamiento o pacientes con retracción gingival.

No obstante, es importante saber que no todas las personas responden igual a los blanqueamientos dentales, ya que su eficacia dependerá también de nuestra biología.

¿En qué consiste el blanqueamiento dental?

Las dos opciones más conocidas para el blanqueamiento son el peróxido de carbamida y el de hidrógeno.

Todos los tratamientos siguen el mismo protocolo: la acción de un gel (peróxido de hidrógeno o carbamida) en diferentes concentraciones que penetra en el diente que es poroso y se libera poco a poco en su interior.

En cuanto a las técnicas, existen 4 principalmente:

• Fotoactivación: los resultados se ven desde la primera sesión. Puede conseguirse un aclarado de hasta 8 tonos. Consiste en colocar una funda que protege las encías, lengua y paladar y después aplicar un gel blanqueante sobre los dientes que se activa mediante luz LED.
• En casa: se trata de un tratamiento que podemos hacer en casa con un gel pero que requiere de una supervisión y control por parte del odontólogo. Consiste en una férula de plástico personalizada en la que se aplica un gel blanqueador.
• Mixto: es una mezcla de la fotoactivación y del blanqueamiento en casa. Con ambos tratamientos conseguiremos un aclarado de hasta 10 tonos.
• Interno: es el utilizado en caso de pérdida del color en un diente concreto.