Rebrotes de coronavirus en residencias inmunizadas: "Ninguna vacuna es efectiva al 100%"

Detectado un brote en usuarios de una residencia de Galicia con los mayores ya vacunados

El efecto de la vacuna podría no eximir del contagio puntual e incluso de pequeños focos de coronavirus.​

Prueba de ello parece el brote sucedido en una residencia de Ginzo de Limia (Galicia), que ha hecho saltar todas las alarmas.

En concreto, en este caso, todos los usuarios estaban ya inmunizados y, aun así, siete dieron positivo –uno de ellos, que estaba ingresado en el hospital, comenzó a desarrollar síntomas allí, lo que dio la voz de alarma–. 

De momento, se desconoce el origen de los contagios, puesto que tanto los trabajadores como el resto de usuarios y familiares han sido testados y son negativos al Covid-19. 

Tampoco se sabe si todo puede deberse a un error humano. Es decir, una de las hipótesis que se baraja en estos casos suele ser que la inmunización no se hizo correctamente o que se pudo romper la cadena de frío, aunque, según distintos expertos consultados, es algo poco probable.

Incluso el propio director del Centro de Alertas y Emergencia Sanitarias (CAES), Fernando Simón, aseguraba hace varias semanas que no tenían constancia de que esta circunstancia haya ocurrido con frecuencia.

Las vacunas no son 100% eficaces

Por ello, descartando el error humano, la hipótesis más plausible que barajan los expertos es que estos casos estén dentro de lo esperable y que, en el fondo, acrediten lo que ya se suponía: que las dosis de Pfizer y Moderna no eximen del todo del contagio –aunque reducen bastante la probabilidad– y tampoco –en un pequeño porcentaje– de desarrollar la enfermedad.

Y si a esto le sumamos que algunas vacunas son menos eficaces en mayores por el envejecimiento del sistema inmunitario, parece que la explicación más posible de este brote tiene que ver con la eficacia de las dosis. 

"Es cierto, ninguna vacuna es efectiva al 100%. Lo que estamos viendo es una reducción masiva de contagios en residencias desde el inicio de la vacunación, pero por desgracia puede haber excepciones, que cada vez serán mas raras", comparte con el director del CAES el investigador de la Universidad de Leicester (Reino Unido), Salvador Macip. 

Una tesis que comparte el virólogo de la Universidad Autónoma de Madrid, José Antonio López. "Efectivamente, ninguna vacuna es 100% segura. ¡Pero está funcionando muy bien!", reconoce. Y es que, desde que comenzó la campaña de vacunación en diciembre, los contagios se han desplomado un 95% en centros sociosanitarios y se han reducido a una velocidad mucho mayor que en el resto de espacios de socialización. 

Sin embargo, todas las hipótesis siguen abiertas para explicar el caso de Ginzo de Limia puesto que, al no ser contagios aislados (siete casos), este acontecimiento se sale, en cierto modo, de lo previsible.

Y asimismo, hasta ahora, los focos en residencias vacunadas se achacaban casi siempre a que todavía no habían recibido las dos dosis o que no había transcurrido una cantidad suficiente de días para inmunizarse del todo, pero, en esta ocasión, esas dos premisas parece que no se cumplen.   

Por esa razón, es lógico que se le preste atención y que se estudie bien cómo y por qué ha podido suceder, algo, que ya están haciendo las autoridades sanitarias gallegas. "Me falta información: número de personas de cada brote, edades, cuánto hacía que se habían vacunado y con qué vacuna", reconoce la inmunóloga de CSIC, Matilde Cañelles.

No se deben relajar las medidas de protección

Con todo, el exdirectivo de la Organización Mundial de la Salud, Daniel López-Acuña, opina que este tipo de fenómenos sirve de recordatorio para que las personas que han recibido sus dosis no se relajen. 

"En primer lugar, tenemos que recordar que la vacuna, especialmente la que está siendo administrada a personas mayores –las de RNA, es decir, Pfizer y Moderna–, protegen contra la severidad, la hospitalización y el riesgo de fallecer, pero no necesariamente contra la infección y, como consecuencia, una persona vacunada puede infectarse y ser contagiosa. Entonces, digamos, esto nos lleva a un planteamiento de que la vacuna no es la garantía de que se está libre de todo, sino que hay que mantener las medidas de control y las restricciones de contactos", señala. 

"Esto nos puede llevar, perfectamente, a que tengamos casos positivos en las residencias con población vacunada. Aunque no es lo más frecuente, pero es perfectamente concebible. Y el hecho de que sea PCR positivo muchas veces está asociado a infecciones asintomáticas o muy leves", añade.  

Lo que sería más complejo de entender es que alguno de los mayores acabe con síntomas graves o fallezca. Y respecto a esta posibilidad, López-Acuña señala: "Bueno, no se logra con el 100% de las personas vacunadas tener la misma eficacia. Pero esto no quiere decir que no haya algún grado de protección inmunitaria. Ciertas personas pueden desarrollar una inmunidad que les protege, pero no de la misma manera que al resto. Y luego puede haber un porcentaje que no tenga una respuesta adecuada, algo que depende mucho de su estado de salud". 

"A mí, lo que más me preocupa es cuando queda alguno que vive en residencias –y ahora lo veremos también con los mayores de 80 años– que ha optado por no vacunarse o no han podido, por motivos de salud. Esas personas quedan desprotegidas y están en riesgo de seguir infectándose. Tenemos que trabajar en la persuasión para que esos grupos sean adecuadamente cubiertos", concluye.