La exposición a altas temperaturas y olas de calor generan una variedad de impactos negativos para la salud, que afectan a la morbilidad y la mortalidad, que va desde el estrés por calor e insolación a enfermedades cardiovasculares y respiratorias. Es una de las conclusiones del último informe de la revista científica The Lancet, Countdown, que señala que los más afectados por estas alteraciones del Cambio Climático son los mayores de 65 años, personas con discapacidad o patologías previas y aquellos que viven en regiones con condiciones extremas.
El informe, que examina más de 40 indicadores, es uno de los más preocupante publicados hasta la fecha ya que establece la relación directa entre las olas de calor y el exceso de mortalidad. En él destaca que ha habido un aumento del 53, 7% en la mortalidad relacionada con el calor en personas mayores de 65 años durante los últimos 20 años. Es más, según los datos registrados, un total de 296.000 personas mayores fallecieron en 2018 por esta causa en el mundo, sobre todo las más vulnerables.
También refleja que el 67% de las ciudades del mundo encuestadas prevé que el cambio climático podría comprometer seriamente sus activos de salud pública y infraestructuras. En concreto, The Lancet (@TheLancet) advierte de que Europa y en concreto la región mediterránea tiene la puntuación más alta en el índice de vulnerabilidad al calor, colocando a sus ciudadanos en un riesgo cada vez mayor. "A menos que se tomen medidas urgentes, el cambio climático amenazará cada vez más la salud mundial, alterará las vidas y los medios de subsistencia y desbordará los sistemas de atención de salud".
Fuente: The Lancet
Europa, la que más vulnerabilidad al calor presenta
Desde 1990, como resultado del envejecimiento de la población, la alta prevalencia de enfermedades crónicas y niveles crecientes de urbanización, las poblaciones de Europa y del Mediterráneo han sido las más vulnerables a los extremos de calor de todas las regiones de la Organización Mundial de la Salud, llegando al 40,6% en Europa y 38,7% en la región del Mediterráneo Oriental, que mide la exposición a las olas de calor con datos sobre la susceptibilidad de la población y la capacidad de los sistemas de salud para hacer frente a ellas. Europa También es responsable de más de un tercio de la mortalidad relacionada con el calor en los mayores, con 104.000 de las 296.000 muertes en 2018.
La región también sufrió las mayores repercusiones económicas de esas muertes, con costes equivalentes al ingreso medio de 11 millones de ciudadanos o al 1,2% del ingreso nacional bruto; los costes más altos se observaron en Alemania, según el informe. El calor y la sequía también están provocando un fuerte aumento de la exposición a los incendios forestales, lo que da lugar a daños cardíacos y en los pulmones, a lo que se suman las consecuencias de la contaminación atmosférica. Sin embargo, señalan que no hay ninguna región inmune al cambio climático y la vulnerabilidad ha empeorado en todas partes.
Exposición a las olas de calor entre mayores de 65 años
Fuente: The Lancet
La Covid, una oportunidad para el cambio
Los 120 expertos mundiales de distintas disciplinas apuntan que la recuperación de la pandemia de Covid-19 ofrece un momento clave para actuar sobre la emergencia climática: una respuesta conjunta a las crisis convergentes ofrece la oportunidad de mejorar la salud pública, crear una economía sostenible y proteger el medioambiente, de cara a prevenir futuras pandemias zoonóticas.
Y es que, según los autores, si se toman medidas urgentes para hacer frente al cambio climático -con planes para cumplir los compromisos de limitar el aumento de la temperatura mundial a muy por debajo de los 2ºC, se pueden mitigar estas perturbaciones y lograr en su lugar beneficios sanitarios y económicos. Al mismo tiempo, estas medidas podrían reducir el riesgo de futuras pandemias, señalan.