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El calor puede afectar a los pacientes cardiológicos, en especial a aquellos que padecen de insuficiencia cardíaca. Por esta razón, es importante que estas personas no descuiden su tratamiento farmacológico habitual y que tomen medidas preventivas para evitar una descompensación.
Así lo ha explicado el doctor Ignacio Sánchez Lázaro, responsable de la Unidad de Cardiología del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre.
Expone que "el calor extremo incrementa las posibilidades de sufrir una descompensación en pacientes cardiológicos, en especial aquellos que padecen de insuficiencia cardíaca, lo que es debido sobre todo a la vasodilatación y la consiguiente hipotensión".
Según detalla, " la razón es que el corazón tiene que bombear más sangre para mantener la presión arterial, lo que implica un gran esfuerzo para la musculatura del corazón."
Este sobreesfuerzo puede desencadenar una angina de pecho o una descompensación de insuficiencia cardíaca.
Además, tal y como afirma el doctor, " el calor favorece la deshidratación y la pérdida de electrolitos, lo que puede alterar el ritmo cardíaco y causar arritmias".
Existen otros factores, como la humedad por ejemplo, que dificultan la evaporación del sudor e impiden que el cuerpo se enfríe adecuadamente.
"Esto aumenta la temperatura corporal y la frecuencia cardíaca, lo que puede provocar un golpe de calor o una descompensación cardíaca", comenta el profesional en un comunicado.
Un tratamiento multidisciplinar y de autocuidado
Un manejo y tratamiento estrecho de la insuficiencia cardíaca desde la Unidad de Cardiología es "clave" para evitar los ingresos habituales de este tipo de pacientes y mejorar su calidad de vida.
Asimismo, en esta época del año es crucial ajustar por parte de los profesionales algunos medicamentos como los diuréticos y los fármacos hipotensores.
Sánchez Lázaro subraya que "se trata de una patología crónica que implica un tratamiento multidisciplinar que debe estar totalmente coordinado con otras especialidades y que debe conllevar además una educación sanitaria previa tanto del paciente como de su entorno".
Por todo esto, el experto considera necesario además de realizar un seguimiento al paciente por parte de la unidad, fomentar el autocuidado en tres áreas:
Primeramente, en el mantenimiento, con dieta, ejercicio y cumplimiento terapéutico, también en la monitorización, evaluando diariamente los síntomas y signos para detectar precozmente las descompensaciones, y, por último, en el automanejo de los signos de alarma.
Recomendaciones
En verano, las recomendaciones que deben seguir los pacientes con insuficiencia cardíaca consisten en evitar salir a la calle en las horas de más calor, es mejor usar ropa ligera y transpirable, y deben hidratarse bien (pero tampoco en exceso).
Es preferible evitar las bebidas alcohólicas (favorecen la vasodilatación), azucaradas o con cafeína, ya que pueden aumentar la pérdida de líquidos y alterar el ritmo cardíaco.
"No deben olvidar realizar ejercicio moderado y seguir una dieta equilibrada, rica en frutas y verduras, que aporte vitaminas, minerales y antioxidantes, así como evitar las comidas copiosas, grasas o picantes, que pueden aumentar la temperatura corporal y la presión arterial y controlar el consumo de sal, que favorece la retención de líquidos y la hipertensión", concluye el facultativo.