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Desde la Fundación ACE Alzheimer Center Barcelona alertan que los cambios o las alteraciones en la conducta de los pacientes con alzhéimer y otras demencias pueden significar el padecimiento de alguna enfermedad subyacente y difícil de diagnosticar, siendo especialmente frecuente el caso de las infecciones de orina.
Las personas que sufren alzhéimer a menudo experimentan síntomas neuropsiquiátricos que pueden manifestarse en diversas formas, tales como delirios, alucinaciones, depresión, apatía o estados de inquietud y ansiedad.
Sin embargo, muchas veces, sus familiares o cuidadores no saben que estas alteraciones conductuales pueden desencadenarse a raíz de alguna patología.
Expertos recuerdan que es común que las personas mayores, especialmente aquellos con demencia, no presenten los síntomas clásicos de una infección: la fiebre, la disuria, una micción frecuente, orina turbia o con mal olor o dolor abdominal.
Además, la demencia puede provocar que no sepan expresar ninguno de estos síntomas, lo que puede llevar a retrasos en el diagnóstico y en los tratamientos adecuados, ya que los síntomas conductuales pueden ser malinterpretados o pasados por alto.
Las infecciones en pacientes con demencia
En el caso de las infecciones de orina, son especialmente problemáticas, ya que sus manifestaciones clínicas suelen ser menos específicas y más difíciles de detectar en personas de edad avanzada.
Además, estas infecciones tienden a ser más graves y tienen peor pronóstico en este grupo demográfico, lo que subraya la relevancia de una atención médica temprana y adecuada.
Natalia Tantinyà, enfermera y gestora de casos de Ace Alzheimer Center Barcelona, destaca que "en base a nuestra extensa experiencia, podemos decir que una de las causas más frecuentes de alteraciones de conducta en personas con demencia son las infecciones urinarias".
Por esto, la doctora explica que es crucial sensibilizar sobre este tema y educar tanto a familiares y cuidadores como a profesionales de la salud para que estén alerta a los posibles signos de infección en personas con estas dolencias.
"Este conocimiento puede marcar la diferencia en la calidad de vida y el manejo de la enfermedad.", añade.
Aun así, también se remarca que no toda descompensación conductual de una persona con demencia se debe a una infección, por lo que es fundamental que el diagnóstico se realice siempre de forma profesional y "teniendo en cuenta todos los síntomas y variables", apunta la enfermera Tantinyà.
Cómo prevenir las infecciones de orina
Ace Alzheimer Center Barcelona ofrece una serie de consejos para prevenir las infecciones, como puede ser el establecer una serie de rutinas y horarios para ir al lavabo.
Se recomienda ir al baño con una frecuencia aproximada de cada 2-3 horas y, si es necesario, que el cuidador/a se lo recuerde y/o acompañe.
Por otro lado, se debe mantener una higiene íntima adecuada ni por defecto ni por exceso. Al igual que la falta de higiene puede provocar la proliferación de bacterias, una higiene excesiva o que se realiza con productos demasiado agresivos puede reducir la flora natural y facilitar que la colonicen bacterias invasoras.
Evitar las bebidas excitantes que contienen cafeína, teína o alcohol, puesto que estimulan la vejiga y generan la necesidad de orinar con más frecuencia.
Hay que asegurar una buena hidratación durante el día para evitar una orina muy concentrada, ya que esta puede actuar como irritante de la vejiga.
Con el objetivo de evitar fugas de orina durante la noche, es recomendable moderar la ingesta de líquido desde antes de cenar. Asimismo, mantener unos hábitos alimentarios que eviten el estreñimiento, puesto que este puede agravar la incontinencia.
Finalmente, se pide que se mantenga al paciente en movimiento y seguir una dieta saludable y rica en vitamina C por sus propiedades antioxidantes y su contribución a la mejora de la flora intestinal.
En caso de que la persona con demencia deba tomar medicación diurética, se recomienda tomar la última dosis antes de las 6 de la tarde.