Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autorEl carbón activado es un carbón que ha sido tratado con oxígeno para aumentar su porosidad y superficie, que encontraremos, generalmente, en suplementos, alimentos y productos de belleza por su alto poder desintoxicante, ya que absorbe las toxinas, evitando que pasen a la sangre. Pero de igual forma que atrapa las toxinas, también puede absorber vitaminas y minerales, por lo que debemos ser cautos al tomarlo; además un consumo excesivo puede provocar estreñimiento.
El carbón activado es un gran absorbente natural que se ha utilizado desde tiempos inmemoriales (ya era utilizado por médicos ayurvédicos y la medicina oriental); y se obtiene, generalmente, calentando cáscaras de coco a temperaturas extremadamente altas hasta que éstas se carbonizan o se queman por completo. La ceniza resultante se procesa con vapor o aire a temperaturas igualmente altas para producir una estructura microporosa, que es la que permite absorber las toxinas.
En el mundo de la salud han proliferado los usos del carbón activado. Desde una forma natural de filtrar el agua, hasta una forma libre de químicos para blanquear los dientes (ayuda a eliminar las manchas) … su fama ha incrementado por su uso en la cocina, puesto que la moda de teñir las recetas de negro ha tenido mucho éxito en redes sociales, donde podemos encontrar multitud de fotos de helados, panes, batidos y zumos de color negro.
Pero, ¿qué sabemos de sus beneficios? Un estudio estadounidense probó la capacidad del carbón activado para filtrar el olor desagradable de la flatulencia. En este sentido, el National Health Service describe las tabletas de carbón vegetal como "un tipo de medicamento disponible sin receta por parte de los farmacéuticos". Ciertamente, un estudio científico de 1981 analizó la efectividad del carbón activado en el tratamiento de los gases intestinales y concluyó que el carbón absorbe gas en el sistema digestivo, lo que ayuda a reducir los síntomas. Además de absorber toxinas, el carbón activado puede adherirse al colesterol y los ácidos biliares del intestino para evitar que el cuerpo los absorba. Reducir la absorción de esos ácidos biliares puede aumentar la degradación del colesterol en el hígado. Un estudio de 1989 durante el que se administró a diversas personas diferentes dosis de carbón observó que sus niveles de colesterol total y LDL (malo) caían hasta en un 29 por ciento y 41 por ciento, respectivamente, y la proporción de colesterol bueno a malo aumentó hasta en un 121 por ciento. Sin embargo, los especialistas consideran que son necesarias más investigaciones al respecto.
Cuando consideramos tomar carbón activado, debemos tener cuidado si estamos tomando otros medicamentos, como antidepresivos o para el asma, entre otros, porque el carbón puede unirse al medicamento y reducir su efectividad. Tampoco debemos tomar carbón con medicamentos para el estreñimiento, ya que puede causar desequilibrios de electrolitos, indica un estudio de 1994. Por ello, antes de tomarlo es preferible consultar con un médico o farmacéutico.