Salud

Cenar pronto podría reducir el riesgo de cáncer de mama y de próstata

Rosa María Torres

Foto: Bigstockphoto

Lunes 3 de junio de 2019

3 minutos

Cenar, al menos, dos horas antes de irse a la cama podría reducir el riesgo de enfermedades

Cenar pronto reduce el riesgo de cáncer de mama y próstata
Rosa María Torres

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Lunes 3 de junio de 2019

3 minutos

Si eres de esas personas que cenan tarde, después de leer este artículo es muy probable que cambies tus hábitos. Un estudio, publicado en la revista 'Internacional Journal of Cancer', en colaboración con el Instituto Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación Bancaria La Caixa, revela que las personas que cenan antes de las nueve de la noche y después esperan dos horas para irse a la cama tienen un 20% menos de posibilidades de desarrollar cáncer de mama y de próstata.

Este trabajo, que ha contado con la participación de 872 hombres que padecen cáncer de próstata y 1.321 mujeres con cáncer de mama, se ha encargado de estudiar la relación que existe entre los horarios de las comidas y el sueño.

Los miembros de la muestra fueron elegidos al azar y, a la hora de analizar sus testimonios, se ha tenido en cuenta el estilo de vida y la crononutrición, la rama de la cronobiología que explica la relación entre el ritmo circadiano y los horarios de las comidas, de cada uno de ellos de forma individual. También se han valorado las actividades que los entrevistados llevan a cabo antes y después de la ingesta de alimentos. Todos estos patrones hacen que este estudio sea pionero en la materia.

Los resultados de esta investigación consideran necesario un cambio de hábitos, sobre todo en la cultura del sur de Europa, donde por normal general la cena es tardía. Por ejemplo, en España es común cenar entre las 20:30 y las 22:00 horas. Al contrario que en Francia, Bélgica o Reino Unido, donde a esta hora ya están prácticamente acostados.

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No debemos irnos a la cama con el estómago lleno

Lo dicen los expertos por activa y por pasiva: irse a dormir recién cenado no es bueno. Lo ideal es esperar entre una hora y media o dos horas, como mínimo. Esto se debe a que por la noche el gasto calórico es mínimo. Es decir, apenas gastas calorías después de cenar. Por eso, si te acuestas recién cenado, los nutrientes se acumulan en el organismo en forma de grasa, la digestión es mucho más pesada, dando lugar a los molestos ardores y reflujos ácidos, y tendrás mayor dificultad para coger el sueño.

A partir de las siete de la tarde, el organismo se ralentiza, haciendo más lenta la asimilación de la comida. De esta manera, aumenta el riesgo de sufrir intolerancia a los carbohidratos y la resistencia a la insulina.

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Rosa María Torres

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