Clara González
Salud
El cerebro de las personas centenarias tiene un patrón molecular distinto al del resto de mayores
Su estudio es de gran utilidad para desarrollar perfiles protectores frente al envejecimiento
Las personas centenarias son un testimonio vivo de longevidad y resistencia. Su existencia ofrece pautas sobre hábitos de vida saludables, genética y factores sociales que contribuyen a una vida prolongada. Por ello, la ciencia moderna se interesa cada vez más en estudiar a estas personas para entender el envejecimiento y promover estrategias que mejoren la calidad de vida.
En esta línea, el grupo de Oncología Celular de Biogipuzkoa, Instituto de Investigación Sanitaria de Osakidetza, ha descubierto que las personas centenarias tienen un patrón molecular distinto al del resto de mayores. El trabajo, titulado Centenarian hippocampus displays high levels of astrocytic metallothioneins, ha sido publicado en la revista Aging Cell.
No todas las personas envejecen igual
El punto de partida del estudio fue la consideración de que no todos los grupos poblacionales envejecen igual. De hecho, las personas centenarias cuentan con una serie de factores favorables que hacen de su envejecimiento un modelo de éxito y de salud.
Para corroborar esta premisa, los y las investigadoras compararon la expresión de más de 20.000 genes en muestras de hipocampo de personas centenarias frente al del resto de la población —mayores y jóvenes—.
Esto es lo que ha permitido demostrar que los y las centenarias presentan una huella molecular distinta a los otros grupos de edad. Concretamente, se trata de los genes de la familia de Metalotioneinas, responsables de la eliminación de metales pesados que dañan las células neurales.
Perfil de la persona centenaria
Los datos de la investigación apuntan a que la población centenaria —en este caso, de Gipuzkoa— está formada fundamentalmente por mujeres, que desarrollan menos enfermedades, van menos al médico y toman menos medicamentos.
Así pues, estos resultados son de gran utilidad, dado que pueden identificar perfiles protectores frente al envejecimiento.
El estudio ha sido coordinado por el doctor Ander Matheu y ha contado con la colaboración del doctor David Otaegui, del Departamento de Neurociencias; el doctor Francois Guillemot del The Francis Crick Institute (Londres) y las doctoras Amaia Arranz (Achucarro Instituto de Neurociencias) y Marta Arroyo (Universidad del País Vasco).
Además, la investigación ha sido financiada por el Departamento de Salud del Gobierno Vasco, el Instituto de Salud Carlos III y por ayudas de la convocatoria Adinberri de la Diputación Foral Gipuzkoa.