La soledad es uno de los grandes daños colaterales que nos está dejando la pandemia del coronavirus en España y en todo el mundo. En nuestro país, 5 millones de personas viven solas, 2 de ellos son mayores de 65 años. De estos mayores, el 30 y el 50% sufre soledad no deseada. Con estos datos, lo que realmente preocupa a los expertos son los daños emocionales y mentales que el aislamiento puede acarrear.
Esta soledad ha afectado al mundo entero. Países como Alemania o Japón han creado el Ministerio de la Soledad para coordinar la lucha contra el aislamiento social. De hecho, en Japón, la soledad ha sido la causa del aumento de muertes por suicidio en 2020. El primer país que inauguró este ministerio fue Reino Unido en el año 2018.
¿Por qué es tan importante gestionar bien las emociones cuando estamos aislados? Principalmente, porque la soledad puede afectar a nivel psicológico y ocasionarnos: "sensación de abandono, falta de respuesta emocional, facilita la apatía, la inactividad y, además, favorece la aparición de síntomas de depresión, al no contar con nadie con quien compartir y sentirnos queridos", según informan los Expertos del Centro de Neurología avanzada (CNA).
El CNA afirma que la soledad está provocando un deterioro cognitivo en las personas. Por ello, los expertos han dado algunas pautas para luchar contra este estado.
Elisabeth Rodríguez hace hincapié en “no vivir en el futuro”. La neuróloga asegura que es importante disfrutar del "aquí y ahora" para combatir las emociones negativas que puedan ocasionarnos un trastorno mental. Otro aspecto que no hay que dejar de lado es la motivación: "cuando estamos solos y no tenemos motivación en nuestro día a día, nuestra estabilidad emocional se tambalea".
Estos son otros consejos que señala Elisabeth Rodríguez para evitar el deterioro cognitivo:
Rodríguez también insiste en la importancia de la interacción social, sin necesidad de que sea con familiares o amigos: “que alguien nos hable, poder compartir nuestra opinión y que nos escuchen”.
Finalmente, la neuróloga informa que los colectivos que probablemente han sufrido más las consecuencias de la soledad con la pandemia son "las mujeres en situación de maltrato o los drogodependientes, cuyos programas de rehabilitación se han podido ver alterados por la pandemia y los colectivos con discapacidad que han visto desaparecer la rehabilitación y las rutinas que tenían establecidas también se han visto especialmente afectados".
