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La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) alerta de que la cloroquina o hidroxicloroquina, que se están empleando en el tratamiento contra el coronavirus, pueden ocasionar trastornos del ritmo cardiaco en determinados pacientes, por lo que pide extremar la precaución.
El riesgo aumenta, según la Aemps, organismo dependiente del Ministerio de Sanidad, con dosis altas y cuando se administra con otros medicamentos que también comparten ese posible riesgo, como azitromicina, antibiótico que se utiliza para tratar ciertas infecciones bacterianas.
La agencia informa en su página web de que la cloroquina o hidroxicloroquina (medicamentos inicialmente utilizados como antimaláricos que también se usan en enfermedades autoinmunes como el lupus) constituyen un potencial tratamiento para el COVID-19. Se están utilizando en la práctica clínica "de forma extensa en estos pacientes, a dosis superiores a las recomendadas en sus indicaciones autorizadas y frecuentemente en asociación con azitromicina", señala. Lo fabrican laboratorios como Ratiopharm España, Aldo-Union o Aristo Pharma.
Ningún ensayo ha demostrado su eficacia
No obstante, recuerda que actualmente ningún ensayo clínico controlado y aleatorizado ha demostrado la eficacia de estos medicamentos para el tratamiento de pacientes con coronavirus.
Hasta el momento, la información disponible sobre su acción antiviral procede de estudios in vitro y series de pacientes con limitaciones de tamaño y metodología, aunque se están llevando a cabo diferentes estudios para evaluar su eficacia y seguridad frente a este coronavirus.
La Aemps recomienda a los profesionales que informen a los pacientes que comienzan el tratamiento sobre los posibles signos y síntomas que sugieren un trastorno del ritmo cardiaco recomendándoles que consulten con el médico que les realiza el seguimiento en caso de que aparezcan.
Los casos graves de alteraciones cardiacas notificados al Sistema Español de Farmacovigilancia se refieren a pacientes que recibían de forma concomitante otros medicamentos, el más frecuente la azitromicina, o a los que se administraban dosis muy altas mantenidas de hidroxicloroquina.
La Aemps advierte también de que cloroquina e hidroxicloroquina tienen otros riesgos potenciales, entre los que cabe destacar la hipoglucemia, los trastornos digestivos y los neuropsiquiátricos.