Esta semana están llamados a inmunizarse con las dosis de Pfizer los primeros 50.000 madrileños de entre 80 y más de 100 años en los centros de salud de la Comunidad de Madrid.
Sin embargo, este jueves la primera jornada de vacunación ha sido caótica en ciertos puntos de la capital y se han podido ver colas de más de una hora, aglomeraciones de personas –que hasta entonces habían guardado un autoconfinamiento casi estricto–, enfado de familiares por la falta de accesibilidad de algunos centros y saturación de los profesionales de la salud, desbordados por tal avalancha de pacientes.
Y, las razones de esta desorganización, según cuentan a 65Ymás desde el sindicato Satse y varios enfermeros allí presentes, son diversas, pero las que más se repiten son: el escaso tiempo entre paciente y paciente, la poca disponibilidad de espacio para esperar los 15 minutos que los vacunados deben pasar en observación y la escasa planificación –les avisaron sólo con un día de antelación–.
Este diario se ha desplazado a dos centros de salud en el centro de la capital, Montesa y Goya, y ha podido constatar como, en uno de ellos, en el segundo, se formaban largas colas de pie y sin distancia de seguridad –aunque los enfermeros sacaban alguna sillas de ruedas para los más mayores–.
"Han estado encerrados en sus casas un año y ahora están todos juntos sin distancia", criticaba un familiar que acompañaba a su madre para vacunarse.
Por contra, en el otro centro de salud, el de la calle Montesa, se lograba dominar la situación –al menos al comienzo (se vacuna de 15:30 a 19:30)– y se sacaban bancos fuera del ambulatorio para que los pacientes pudiesen esperar sentados. Aunque esto, se hacía apenas unos minutos antes del inicio de la vacunación de los primeros mayores.
Centro de Salud Goya (Madrid).
Además, no todos los pacientes tenían muy claro, en ninguno de los dos centros, cómo funcionaba la campaña –son los sanitarios los que dan turnos por teléfono– y algunos hacían también cola para ver si había que pedir cita o no. "Vengo a preguntar por la vacuna, a ver cómo va esto, que no tengo ni idea", reconocía una mujer en la puerta del centro Montesa.
Otros, se adelantaban a sus horas, por si acaso, y eso generaba más saturación aún. E igualmente cabe destacar que, en el caso del Centro de Salud Goya, los pacientes, la mayoría de ellos en silla de ruedas, debían subir y bajar escaleras como bien podían para acceder a la zona de vacunación, puesto que el espacio reservado para inyectar las dosis de Pfizer no era accesible.
Con todo, este primer día de inmunización, ciertamente caótico, no quitó la ilusión a muchos de los mayores que, por fin, pudieron vacunarse. Y es que, según han contado varios de los presentes a este periódico, muchos esperaban con muchas ganas estar pronto protegidos contra la Covid para poder ver a sus "nietos" e "hijos", "viajar" y "estar más tranquilos".
Centro de Salud Montesa (Madrid).
Los profesionales denuncian improvisación
Por su parte, el Sindicato de Enfermería Satse (@Sindicato_SATSE) ha denunciado los problemas encontrados en esta primera jornada de vacunación y han trasladado sus quejas por escrito y de forma verbal a los diferentes responsables de la campaña.
Así, han criticado que las jeringas que acompañan a los viales de la vacuna (y que son las que deben utilizar) no son las idóneas ya que están recibiendo unas de 2 centilitros cúbicos (cc) o de 2,5 cc que podrían imposibilitar que se consiga la sexta dosis recomendada por el fabricante.
Algo, que una enfermera de un centro de salud del norte de Madrid ha confirmado a este diario, apenada porque se estén perdiendo dosis. Además, ha criticado la improvisación con la que se ha iniciado la campaña.
"Este miércoles, sobre las 12 horas, o así, nos convocó la responsable a una reunión urgente a las 14 horas para comentarnos que, efectivamente, se empezaba el jueves la vacunación. Todo se había hecho muy rápido y toda la tarde nos dedicamos a llamar a pacientes mayores de 80 y empezamos por el final, los más mayores, primero. Y este jueves a las 15 horas hemos empezado a vacunar y, el primero de todos, ha sido uno que tiene 107 años", ha relatado.
Aun así, la enfermera ha reconocido que, pese a todo, estaba emocionada de, por fin, comenzar a vacunar a los mayores. "Estoy muy contenta. Hoy es un día histórico", señalaba.
Centro de Salud Montesa (Madrid).
Los listados no están actualizados
Por otro lado, según Satse, en otros centros de salud se ha detectado que en los listados que les han remitido los teléfonos no son los correctos o aparecen usuarios que han fallecido hace años.
"Parece imposible que se pueda hacer peor y que la desorganización y falta de planificación sea tan evidente. Recordar que en Atención Primaria se van a vacunar a mayores de 80 años y a personal docente, cuyos listados no habían llegado a las 13 horas a pesar de que tenían que vacunarse esta misma tarde", explican desde Satse Madrid.
Algunas enfermeras se quejan de los cortos espacios de tiempo que hay entre vacunación y vacunación, entre 1 y 2 minutos. "No se tiene en cuenta", explican desde Satse Madrid, que se trata de población muy anciana y los tiempos se disparan.
Sobre el autor:
Pablo Recio
Pablo Recio es periodista especializado en salud y dependencia, es graduado en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid y comenzó su carrera profesional en el diario El Mundo cubriendo información cultural y económica.
Además, fue cofundador de la radio online Irradiando y cuenta con un máster en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Madrid y otro en Periodismo por el CEU San Pablo/Unidad Editorial.