Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorUno de los órganos que con el paso de los años también envejece son los ojos, viéndose alterada la capacidad visual de diferentes maneras. Te contamos algunas de estas alteraciones.
La conocida presbicia es frecuente en las personas que ya han cumplido los 40 años. Se la conoce popularmente como vista cansada y se hace más patente cuando hay que fijar la vista a corta distancia, por ejemplo al leer, la visión se vuelve borrosa y poco definida.
El humor vítreo es una sustancia líquida transparente que se encuentra entre la retina y la cara posterior del cristalino. Con el paso de los años esta sustancia se condensa apareciendo lo que se conoce como miodesopsias, una especie de moscas o manchas flotantes en la visión. No causa ningún dolor, pero es importante consultar con el especialista para descartarlo como síntoma del desprendimiento de retina.
El glaucoma es una afección que puede aparecer a cualquier edad, pero es más común en las personas mayores. Se trata de un daño en el nervio óptico que si no se trata a tiempo puede producir ceguera.
Con la edad la secreción ocular disminuye, se producen menos lágrimas y el ojo experimenta cierta sequedad, especialmente en las mujeres que se encuentran en la menopausia.
Alrededor del 50% de las personas mayores de 75 años padece cataratas. Consiste en la opacidad del cristalino, la lente del ojo, dificultando la visión, como si vieran a través de una ventana empañada. El tratamiento consiste en pasar por el quirófano para poder extraer el cristalino dañado y colocar otro artificial.
La DMAE es una enfermedad muy común entre las personas de más de 50 años. Es una patología que en su fase inicial se desarrolla de manera asintomática, por este motivo es importante acudir al oftalmólogo periódicamente para que haga un chequeo de la salud ocular. Además, la evolución de esta patología es diferente en cada persona, por lo que su tratamiento dependerá de cada caso.
Ocurre que, con la edad, los bastones de los ojos, es decir, las células fotorreceptoras de la retina responsables de la visión con poca luz, se alteran. Esto hace que los ojos tarden más en adaptarse a la oscuridad o presenten dificultad.
También nos pasa que nos volvemos más sensibles a los cambios de luz, a la intensidad lumínica. Para reducir estas molestias lo mejor es poner filtros en las pantallas del móvil, tablet u ordenador y también ajustar la luz de la casa. En la calle es recomendable utilizar gafas de sol y, especialmente si se conduce, consultar otras opciones con el oftalmólogo, pues los deslumbramiento ya de por sí son peligrosos.
Los destello de luz son típicos cuando hay una alteración del humor vítreo que con el paso del tiempo va perdiendo su densidad. También pueden aparecer como síntoma de desprendimiento de retina, con lo que es necesario acudir al oftalmólogo cuanto antes.
La blefaritis o inflamación de los párpados es otra de las alteraciones que se producen en los ojos a medida que pasa la edad, si bien puede afectar en todas las edades. Los principales síntomas son ojos rojos, molestias en la zona circundante del ojo y, en alguna ocasión, escamas alrededor de las pestañas.
Es habitual que con la edad aparezca lo que se conoce como pérdida de la sensibilidad de contraste, es decir, tener dificultad para distinguir los detalles de los objetos que se encuentran a cierta distancia o que están poco contrastados.
Ya hemos hablado en alguna ocasión sobre la luz azul, aunque en diferentes términos. A medida cumplimos años nuestros ojos van perdiendo la capacidad de absorber la luz azul, esto hace que como consecuencia el cuerpo segregue menos melatonina, la hormona encargada de regular el sueño.
Es la causa más común de la pérdida de visión. Como su nombre indica está asociada a la diabetes y ocurre en aquellas personas que se ven afectadas por una subida brusca y repentina del azúcar en sangre y llegando a alcanzar la retina, la cual queda dañada.
Si bien el melanoma ocular que afecta a los ojos no es una enfermedad muy frecuente, sí se ha podido advertir que la incidencia aumenta a medida que se cumplen años, es decir, es más frecuente en las personas mayores que en los jóvenes.
A todo ello hay que añadir que con la edad la estabilidad al caminar disminuye. Esto hace que aumente el riesgo a sufrir caídas, más frecuentemente en casa, que pueden conducir a lesiones oculares.