Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autorLos puntos negros son folículos pilosos dilatados por la acumulación de aceites de la piel, células muertas y bacterias. Ese exceso de sebo se oxida cuando entra en contacto con el aire, de ahí el característico color negro.
La aparición de puntos negros y espinillas también está relacionada con el estilo de vida: la dieta, los litros de agua que bebes cada día, la rutina de ejercicio... Pero no son el resultado de una mala higiene ni son provocados por bacterias. Ciertos factores dietéticos pueden contribuir a la aparición de los puntos negros; así como fumar, la rotura del folículo por lesión como exprimir granos, lavado abrasivo, peelings químicos o tratamientos con láser; una piel sobrehidratada o en contacto con ciertos productos químicos.
Para conseguir que la piel esté en perfectas condiciones solo necesitas una cosa: tratar los poros a diario. Debido a que los puntos negros están causados por folículos bloqueados, debes prestar especial atención a las zonas más conflictivas como frente, nariz y barbilla y nunca reventar o pellizcar la piel. La manipulación de las lesiones, incluso bajo condiciones higiénicas correctas puede favorecer la sobreinfección y aumentar la respuesta inflamatoria, tal y como indica el Servicio de Dermatología del Hospital del Mar de Barcelona. Básicamente deben evitarse todos aquellos productos que contengan grasa en su formulación, los que sean excesivamente hidratantes o aquellos que puedan producir un efecto oclusivo sobre la piel. Se aconseja utilizar productos oil-free o no comedogénicos que tendrán que retirarse por la noche usando un jabón limpiador.
Lo primero que debes hacer es consultar con tu dermatólogo qué tratamientos son los más adecuados según tu tipo de piel y luego ser muy constante para que realmente funcionen. Si bien hay unos ingredientes que son más eficaces que otros, la perseverancia en las rutinas de limpieza facial y los productos convenientes son las claves del éxito a largo plazo.
Cada mañana y cada noche, asegúrate de limpiar tu rostro para eliminar el exceso de aceites, impurezas y la acumulación de productos. Los cepillos faciales son ideales para limpiar la piel con mayor profundidad. Se utilizan con tu propio limpiador y maximizan sus resultados, pero hay que asegurarse de que no irritan la piel en exceso.
Como prevención, utilizar un exfoliante una o dos veces a la semana, puede evitar que los puntos negros aparezcan. Ahora bien, los exfoliantes con componentes muy agresivos (así como las tiras limpia-poros), pueden provocar micro desgarros en la epidermis y deshidratarla.
En la mayoría de los casos, el tónico es opcional en la rutina de belleza, pero si los granitos se han convertido en un problema, utiliza uno que sea equilibrante o que contenga ácido salicílico, uno de los ingredientes más eficaces para quitar los puntos negros.
En cuanto a qué tipo de cremas es recomendable usar, hay bastante consenso en que las que contienen retinoides suelen ser efectivas contra los puntos negros, ya que activan el proceso regenerador de la piel y favorecen la liberación de los folículos obstruidos, facilitando la eliminación del punto negro.
Los hombros, el pecho y la parte alta de la espalda suelen ser zonas conflictivas en las que las espinillas también suelen aparecer. Para cuidar esas zonas, puedes exfoliarlas utilizando un cepillo de cerdas y aplicar con un spray corporal a base de ácido salicílico.
El aceite de árbol de té, que se extrae de las hojas del árbol Melaleuca alternifolia, combate el acné, ya que es muy bueno para penetrar en las glándulas sebáceas. Sin embargo, el aceite de árbol de té es muy potente y puede causar enrojecimiento e irritación si lo aplicas directamente sobre la piel. Por esta razón, debes diluirlo con agua o un aceite emulsionante.
Se ha demostrado que aplicar el gel de aloe vera en la piel ayuda a combatir las bacterias, reduce la inflamación y promueve la curación de heridas. Es ideal para combatir los puntos negros, ya que además de hidratar la piel, también funciona como un exfoliante que favorece la eliminación del exceso de grasa y células muertas.
Incorporar una mascarilla de arcilla en tu rutina de cuidado es otra opción para ver resultados inmediatos y duraderos. La arcilla tiene propiedades calmantes, además de ser una gran absorbente de aceite, por lo que es útil para pieles grasas o propensas al acné.
Las propiedades de la canela también te ayudarán a obtener una piel saludable y a eliminar las células muertas de tu rostro. Mezcla una cucharadita de canela con dos de miel hasta obtener una consistencia pastosa. Después aplica sobre las espinillas durante 10 minutos y enjuaga con agua.