Cómo funcionan los nuevos medicamentos para prevenir la migraña

Tradicionalmente, los tratamientos para la migraña se basan en la administración de medicamentos para aliviar los síntomas. No obstante, para quienes las padecen de forma frecuente, se prescriben otros con el fin de reducir su aparición.

La OCU informa que, en los últimos años, la Comisión Europea ha autorizado la comercialización de seis nuevos principios activos: los llamados anti-CGRP, cuyo nombre proviene de su acción de bloqueo de la proteína CGRP (péptido relacionado con el gen de la calcitonina).

Esta proteína, llamada péptido, está involucrada en diversos procesos del organismo. Por un lado, ayuda a regular la presión arterial, interviene en la curación de heridas y contribuye al proceso inflamatorio. En el cerebro de las personas que sufren migrañas se sabe que su presencia agrava el dolor, por lo que los estudios más recientes se han enfocado en reducir la aparición de esta proteína.

Este tipo de fármacos puede administrarse de dos maneras. Para quienes prefieren la vía oral, están disponibles en forma de comprimidos, conocidos como gepantes (atogepant y rimegepant). Por otro lado, también existe la opción de la inyección subcutánea, como es el caso del erenumab o el fremanezumab, o mediante una infusión intravenosa, más comúnmente conocida como eptinezumab.

Cabe destacar que estos medicamentos son útiles únicamente para la prevención de la migraña, un campo en el que había una clara necesidad de nuevos tratamientos. Hasta ahora, se ha demostrado que son capaces de reducir el número de días con migraña al mes, y se recomiendan a personas que sufren episodios de al menos cuatro días por mes. A pesar de las buenas noticias, hay un porcentaje variable de personas que aún no responden a estos tratamientos.

Prevención de efectos secundarios

Una de las razones por las que se han empezado a recetar estos medicamentos es que, en comparación con los preventivos tradicionales, son bien tolerados y no parecen producir efectos secundarios graves frecuentes. No obstante, pueden provocar algunos efectos secundarios, como reacciones locales en el lugar de la inyección, reacciones alérgicas y estreñimiento.

Precios no tan accesibles

A pesar de sus beneficios, como su mayor eficacia y mejor tolerancia, y la opinión positiva de los expertos que los recomiendan como la primera opción de tratamiento preventivo para la migraña, existe una gran barrera para su accesibilidad: el precio. En todos los casos, estos medicamentos superan los 500 euros mensuales. El más económico es el inyectable Aimovig, con un precio de 515,75 euros, mientras que el más caro es Vyepti, con un coste de 1.647 euros por trimestre.

Para mejorar su accesibilidad, algunos de estos medicamentos están financiados, pero solo en los casos más graves, es decir, para pacientes que sufran ocho o más días de migraña por mes y que no hayan respondido a tres o más tratamientos preventivos previos. En el sistema privado, estos medicamentos solo se pueden adquirir con receta de un especialista, y deben comprarse en farmacias especializadas, pagando el precio completo del tratamiento, excepto en el caso de Vyepti, que solo puede ser administrado en el hospital.