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La hiperhidrosis, o sudoración excesiva es una patología más común de lo que hasta ahora creían los científicos, según ha puesto de relieve una investigación hecha pública en Archives of Dermatological Research. Un estudio en el que han participado más de 8.000 personas que narran sus problemas y experiencias. En Estados Unidos, este es un problema de salud que afecta a casi el 5% de la población (alrededor de 15,3 millones de estadounidenses) sufre de sudoración excesiva severa. En España, se calcula que lo padecen más de 300.000 personas (entre el 0,6%-1% de la población).
Aunque se desconoce la causa de esta enfermedad, se sabe que tiene un componente genético. Se trata de una enfermedad benigna que provoca una transpiración excesiva inesperada. Una molestia que no solo se traduce en una evidencia física, sino que a nivel emocional puede afectar a la calidad de vida de los pacientes ya que puede llegar a resultar incómodo a la hora de relacionarse con otras personas.
La sudoración excesiva se manifiesta, especialmente, en las palmas de las manos y de los pies, las axilas o las ingles. Incluso en ocasiones más graves se desprende un olor no muy agradable, bromidrosis, provocado por bacterias que descomponen el sudor y esa piel mojada.
¿Qué tratamientos hay?
Si se trata de un hecho puntual, un día de mucho calor o un acontecimiento por el que estemos especialmente nerviosos, no hay que darle más importancia. Sin embargo, si se ha convertido en algo habitual y molesto, es preciso acudir al médico y poner una solución.
Por descontado que hay que llevar una higiene muy minuciosa, especialmente cuando ese sudor viene acompañado de mal olor. En este caso, se recomienda emplear productos que tengan clorhexidina o bien soluciones antitranspirantes o incluso cremas con clindamicina o eritromicina para que no quede ni rastro de ese incómodo hedor.
Remedios para aliviar la hiperhidrosis
1.- Alimentos y bebidas 'prohibidos'
Hay que reducir el consumo de sal. No solo como aliño, también disminuir la ingesta de alimentos con alto contenido en sodio. Esto se debe principalmente a que el cuerpo intenta liberar el exceso de sodio que consume a través del sudor. También se aconseja limitar los ingredientes y comidas picantes, como la cayena o la pimienta, que aumentan nuestra temperatura por el calor y, por tanto, sudamos más. Mejor no comer platos muy calientes o hacer comidas muy copiosas. Y limitar el consumo de alimentos con una mayor cantidad de yodo (ajo, cebolla o apio).
Recomendable es también reducir las bebidas calientes o azucaradas y el alcohol. Evitar el té verde, y especialmente el café, intentando sustituir estas bebidas por zumos de frutas frescas o agua. Las bebidas azucaradas también pueden desencadenar el sudor, así como el alcohol.
2.- Utilizar ropa ligera, holgada
Las prendas de algodón suelen ser la mejor alternativa. Evitar la ropa ceñida y la de colores oscuros, ya que harán sudar más. El calzado también debe facilitar la transpiración del pie, así que lo mejor que se puede hacer es huir de las suelas de goma y de los zapatos muy cerrados.
3.- Usar antitranspirante, pero sin excesos
Hay que asegurarse de que las axilas estén limpias y secas antes de usar un producto antitranspirante. Se puede aplicar antes de acostarse y continuar con la rutina durante 8-10 días para reducir la sudoración a lo largo del día.
4. Desodorantes naturales
Una combinación de vinagre de manzana, tomillo y romero es una buena opción para elaborar un desodorante natural para neutralizar el mal olor y el exceso de fluidos. Se realiza hirviendo durante 15 minutos 1 cucharada de tomillo y 1 de romero. Se cuela y mezcla con media taza de vinagre de manzana. Con el resultado, nos frotamos las zonas de las axilas o cuello con una gasa.
Para controlar el sudor, también podemos utilizar la fécula de maíz o maicena, es un producto suave con la piel que nos permite conservarla seca y libre de olores desagradables. Basta con mezclar una cucharadita de maicena con una de bicarbonato de sodio con lo que obtendremos un desodorante en polvo. Lo aplicamos sobre las axilas y lo dejamos durante el día.
5.- La depilación puede ayudar
Si las axilas sudan mucho, siempre se tiene la opción de acudir a la depilación. Al tener menos pelo en ciertas zonas del cuerpo se acumula también menos sudor y humedad.
6.- Evitar el estrés y la ansiedad
Si bien es muy difícil, hay que procurar limitar las situaciones causantes de estrés. La transpiración excesiva puede ser una respuesta común del cuerpo ante situaciones estresantes, por lo que tratar de controlar la ansiedad ayuda a reducir la sudoración.